Los machos alfa se alían en Madrid
Iglesias, Errejón y Espinar se unen contra Carolina Bescansa y presentan una lista masculina para la que prometen incorporar a una mujer
Qué poco duran a veces los buenos propósitos cuando hay que afrontar la dura realidad. Hace tiempo que Podemos, que tanto criticó la “vieja política”, ha demostrado con sus procedimientos cuán presto estaba a traicionar su espíritu renovador. Pero el espectáculo que acaba de ofrecer en Madrid no solo reproduce maneras antiguas, sino que roza el ridículo. Porque esa foto de los tres líderes, tres machos bien jóvenes y plantados, de espaldas a un cartel que reza “Nosotras” marcando el ideario feminista de Podemos, es todo un símbolo de la hipocresía que tantos son capaces de desplegar cuando se trata de repartirse el poder.
En esa foto ocupa el centro el líder máximo, Pablo Iglesias. A su derecha, Íñigo Errejón, el futuro candidato para la Comunidad de Madrid. A su izquierda, Ramón Espinar. Los tres han llegado a un pacto para presentar la lista a las primarias para la Comunidad. Pero las mujeres —qué pesadas— y los que creen en la igualdad les han aguado un poco la fiesta. Porque la portavoz de la formación en la Asamblea, Lorena Ruiz-Huerta, se ha negado a formar parte de esa lista y a dar cobertura a un pacto tan testosterónico. El propio Iglesias se ha encargado de que así parezca. Frente a la rebelión de Carolina Bescansa para, de la mano de Errejón, tomar Madrid y enfrentarse al líder, este ha ofrecido una explicación ilustrativa: “He escuchado a Errejón y confío en él”. La palabra y el honor de un hombre, ya se sabe, es indiscutible, un valor solidario y fraternal, pese a que hasta anteayer ambos eran gallos de pelea en su disputa por el poder.
Resulta un poco injusto acusar a Podemos de machismo frente a partidos como, por ejemplo, el PP donde ni siquiera hay cuotas femeninas, inútiles estas por otra parte cuando la última palabra de todo cuanto acontece la tiene el único e indiscutible líder supremo Mariano Rajoy. Pero ahora sabemos que incluso en los experimentos políticos más juveniles esto de la igualdad es lo primero que decae. Es tan secundario que incluso las mentes más futuristas e imaginativas idean naves espaciales y androides inteligentes con los que conviven hombres arrojados y mujeres que, como mucho, les acompañan en sus aventuras desde un plano inferior.
Lorena Ruiz-Huerta ha mandado a la porra a sus machos correligionarios de Podemos por su afán, dice, de repartirse sillones en vez de debatir de programas, ante la posibilidad de descabalgar a Cristina Cifuentes (PP) de la presidencia madrileña. Por si quedaba alguna duda acerca de quién o quiénes mandarán en el Podemos de Madrid, el número tres de la lista, Espinar, ya avisó de que la número dos sería una mujer. ¿No es raro que el líder pacte con el tercero y luego se decida el segundo de abordo? Sistema cremallera obliga. Ayer se ofreció el nombre de la premiada: la antes díscola Tania Sánchez.
Esto de exculparse prometiendo una mujer en un puesto es un feminismo muy mal entendido porque indica que todas las mujeres son homologables dado que para ser elegidas prima el género al que pertenecen. El PSOE hurtó su apoyo a Elena Valenciano como líder de los socialistas europeos, pero Pedro Sánchez prometió que para la próxima legislatura propondrá a una mujer. Así es el poder todavía. Muy masculino y muy conservador en ciertos asuntos.
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