Entre el verano de 2015 y la primavera de 2017, el fotógrafo belga Carl De Keyzer viajó cuatro veces a la República Popular Democrática de Corea. El reportero de la agencia Magnum pasó 60 días en este reducto del comunismo puro, duro y sin aparente fecha de caducidad. De Keyzer tuvo acceso privilegiado a los lugares y a las gentes del reino de Kim Jong-un un país de otra era en el siglo XXI.
Un restaurante de Pyongyang, una televisión exhibe los logros militares del régimen norcoreano.Carl De Keyzer (Magnum Photos/Colección Roberto Polo)Una estación del metro de la capital norcoreana. El estilo de la red de estaciones está inspirado en el de Moscú.Carl De Keyzer (Magnum Photos/Colección Roberto Polo)Clase de dibujo en la recientemente renovada escuela infantil de Mangyongdae, en la capital de Corea del Norte.Carl De Keyzer (Magnum Photos/Colección Roberto Polo)Celebraciones del 10 de octubre en Pyongyang. Es el día en que el país conmemora la fundación del Partido del Trabajo.Carl De Keyzer (Magnum Photos/Colección Roberto Polo)Clases de natación en el complejo deportivo de Changgwangwon, en Pyongyang.Carl De Keyzer (Magnum Photos/Colección Roberto Polo)Maestros de la granja cooperativa de Chongsan imparten clases de baile a sus pequeños alumnos.Carl De Keyzer (Magnum Photos/Colección Roberto Polo)Eslóganes en el Museo de las Atrocidades de Guerra de Estados Unidos en Sinchon: “Echemos al imperialismo americano”.Carl De Keyzer (Magnum Photos/Colección Roberto Polo)Recreación de supuestos crímenes de guerra de EE UU durante la guerra de Corea, en el Museo de las Atrocidades de Sinchon.Carl De Keyzer (Magnum Photos/Colección Roberto Polo)