Guillermo, Catalina y sus hijos celebran todos juntos una fiesta en un parque. En la escena, ambos padres se ponen al nivel de sus hijos, lo cual es clave "para que los niños les vean y escuchen mejor y, sobre todo, sientan que sus padres se preocupan por ellos y por lo que quieren decir. De esta manera, los pequeños perciben que sus padres están cerca".
Este método de crianza de crianza se denomina Escucha Activa y es una forma respetuosa de tratar a los niños que busca que se sientan realmente escuchados. La pedagoga Leticia Garcés Larrea lo define como “una forma de comunicación entre los miembros de la familia que va a permitir desarrollar la empatía, a la vez que proteger los vínculos afectivos”.
Para Martín Ovejero no es una actitud falsa ni forzada: "Es pura naturalidad, es un comportamiento que les sale dentro". El examen visual de esta imagen delata, desde su punto de vista, "una relación muy cercana y cariñosa que emplea el contacto físico como instrumento para fortalecerla”.
En este caso, César de la Hoz coincide: "Es la más natural de las fotos. Están todos jugando y es normal que se pongan a la altura de los niños para hacerlo".