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Al líder supremo de Irán le sale el tiro por la culata

Los iraníes no creen a Jamenei cuando dice que no se persigue a nadie por sus ideas

Ángeles Espinosa
El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, rezando en la Gran Mezquita de Jomeini en Teherán.
El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, rezando en la Gran Mezquita de Jomeini en Teherán.Ayatollah Khamenei's Office (EFE)

Los iraníes se han lanzado a las redes sociales para criticar al líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, por asegurar que disfrutan de libertad de pensamiento, de expresión y de elección. “En la República Islámica no se persigue o presiona a nadie por sus pensamientos u opiniones”, declaró la máxima autoridad política y religiosa de Irán durante su discurso de Nowruz, el año nuevo persa que se inicia el 21 de marzo. “Cualquiera que diga semejante cosa está mintiendo”, se indigna en un tuit Reza Akbari, director de programas del Institute for War & Peace Reporting (IWPR).

Resulta sin duda una afirmación atrevida para el dirigente de un país que ocupa el puesto 165 de 180 en la última Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros Sin Fronteras. Rara es la semana que no llegan noticias de la detención o condena de algún periodista o internauta; los últimos, dos reporteros de Sharg, el pasado día 8 durante el intento de manifestación pacífica por el Día Internacional de la Mujer. No hay organización de derechos humanos que no haya denunciado la censura y falta de libertades que acogotan a la sociedad civil iraní.

Así lo han dejado claro los ciudadanos que, a falta de una prensa independiente, han recurrido a las redes sociales (muchas bloqueadas dentro del país) para denunciarlo. “Activistas y periodistas están señalando que han sido detenidos por hacer pública su opinión o escribir un artículo”, tuitea el periodista Maziar Bahari, que califica las palabras de Jamenei de “ridículas”; el propio Baharí, pasó varios meses detenido en 2009. Hasta un clérigo, Babak Daryabak, ha recordado el encarcelamiento de un asesor del expresidente Ahmadineyad, condenado a seis años, por repetir “opiniones de otra persona en los comentarios de su página de Facebook”. “Las condiciones para los medios en Irán son muy represivas. A los periodistas se les acalla o se les fuerza a la autocensura mediante acoso, detención arbitraria y penas de prisión por delitos definidos de forma vaga”, concluye el último informe de Freedom House, una organización que vigila las libertades en el mundo.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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