_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

A medias

Es la misma música que cantan en el País Vasco, con el estribillo "ni vencedores ni vencidos"

Fernando Savater
Gente en la calle en Barcelona.
Gente en la calle en Barcelona.SUSANA VERA / REUTERS

Cuando se ven enfrentados por un conflicto civil, los hombres sensatos tratan de encontrar un punto medio de acuerdo en que todos cedan algo y ninguno lo pierda todo. Es una actitud prudente que siempre cabe recomendar. ¿Siempre? Hay ocasiones en que el mérito moral o político de las posiciones enfrentadas es tan disímil que tratar a ambas partes como equivalentes agravia a una de ellas. Lo cual conlleva el peligro de que ese acuerdo disparejo sea aún peor a la larga que la misma discordia. Quienes en todo caso, se trate de lo que se trate, recomiendan que se parta lo cuestionado en dos mitades iguales entre los litigantes para que ninguno quede humillado por el otro, quizá no lo hagan por equidad -que también puede ser ciega- sino por pereza acomodaticia. Cuando Salomón ordenó al sicario que partiese al niño en dos no lo hizo porque creyese que ambas supuestas madres tenían el mismo derecho a él sino para descubrir a la que merecía el hijo entero. Un caso práctico: si para bajar de un octavo piso unos aconsejan saltar por la ventana y otros utilizar la escalera, descender cuatro pisos con cada uno de los métodos no obtendrá buen resultado, por equitativo que parezca.

Estas inocentes reflexiones surgieron al leer la entrevista a Iceta en este periódico, en la que recomienda lo que él mismo tiene por imposible, un gobierno de concentración en Cataluña para que un 50% de catalanes no se imponga al otro 50% (el resto de españoles no sé dónde queda). Es la misma música que cantan en el País Vasco, con el estribillo "ni vencedores ni vencidos". Entonces recuerdo temblando al que dijo: "Entre la humillación y la guerra, habéis preferido la humillación. Tendréis humillación y guerra". Ojalá no.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_