Los refugiados rohingya, bajo la amenaza del monzón

Llegan los monzones y, con ellos, una nueva emergencia dentro de la emergencia para los refugiados rohingya en Bangladés. Las fuertes lluvias típicas de los meses de abril y mayo aumentan el riesgo de brotes de enfermedades como el cólera o la diarrea acuosa aguda, vinculadas con el consumo de agua en mal estado. Thomas Nybo / Unicef

Con las lluvias proliferan también las acumulaciones de agua y los mosquitos y, con ellos, enfermedades que se pueden prevenir con medidas tan sencillas como lavarse las manos. Thomas Nybo / Unicef

Los campos de refugiados, además, quedan expuestos al peligro de inundación y las frágiles viviendas podrían quedar arrasadas por deslizamientos de tierra, ha alertado este martes Unicef.Thomas Nybo / Unicef

Los niños representan más de la mitad (54%) de los 671.000 rohingya que han llegado a Bangladés desde el vecino Myanmar desde que se reavivó la violencia, a finales del pasado mes de agosto. Thomas Nybo / Unicef

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia estima que cada día se necesitan más de 16 millones de litros de agua limpia y se deben construir o mantener 50.000 letrinas para mejorar el saneamiento y evitar riesgo de enfermedades como la diarrea acuosa aguda, que puede ser mortal para los más pequeños.Brian Sokol / Unicef

La población desplazada está recibiendo información sobre cómo protegerse frente a un huracán y se han preparado suministros de agua y saneamiento como jabón, cloro o tabletas para purificar el agua.Brian Sokol / Unicef

Los niños rohingya que necesitan apoyo psicosocial para poder superar el trauma causado por la violencia que han experimentado ya suman alrededor de 400.000, según Unicef. La organización alerta, además, de las tasas de desnutrición aguda grave, que afecta al 3% de los niños examinados. Brian Sokol / Unicef