Los 300 vecinos de Las Armas
Un proyecto artístico pretende retratar la diversidad y evolución de un barrio zaragozano durante una década. Se puede ver el ecuador del trabajo en una muestra hasta el 8 de abril
El barrio de Las Armas, en Zaragoza, es, como tantos otros, una colección de historias. La de la pareja de ancianos que recorre estas calles de la mano, la de la familia que se instaló en una nueva ciudad en busca de oportunidades, la del joven que se independiza, del artista que monta su galería, la del bar de siempre en el que se juntan los de siempre. Esa retahila de historias personales son las que dibujan los barrios y las ciudades. El artista Steve Gibson aspira a inmortalizar en el proyecto LasArmas300 una década de este distrito zaragozano a través de retratos y esculturas a tamaño real de sus habitantes.
El artífice de la obra se instaló en Zaragoza en 1997 gracias a un trabajo como profesor en un proyecto. Hace diez años abandonó la enseñanza para dedicarse al 100% en la creación artística. "El Ayuntamiento habilitó en 2011 una serie de locales dedicados a la cultura, aceptaron mi proyecto y me instalé aquí". El resto de espacios fueron ocupados por una librería, un taller de luthiers o un estudio de arquitecura, entre otros. "Lo que más me atraía era la idea de la interacción, gracias a esta iniciativa he conocido historias que, de otro modo, no se habrían cruzado en mi camino". Ese concepto, el de la multitud de relatos que se entrcruzan cada día en una comunidad y contribuyen a que la ciudad esté viva, es uno de los pilares de la iniciativa.
El mecanismo es sencillo: todo el que pasa por delante del estudio puede presionar un botón y hacerse una foto, que luego Gibson reproduce a tamaño real. "Desde hace un tiempo colaboro con una fotógrafa que me está ayudando a localizar a las personas para poder contar su pequeña biografía". El Centro de Historias de la ciudad acoge hasta el 8 de abril la segunda tanda del trabajo que ha realizado hasta ahora, que concluirá en 2021. "Después de eso quiero usar esto como punto de partida para llevar esta colección de historias a otros ámbitos, como el teatro o la danza. También estamos intentando que esto se convierta en un documental", relata.
Las Armas es un distrito del centro histórico de Zaragoza. Siempre caracterizado por su diversidad, hubo un tiempo en el que tuvo fama de difícil, pero diferentes iniciativas muncipales implementadas desde hace unos ocho años han conseguido que el la zona se haya convertido en un referente cultural y de convivencia. "No me he esforzado en reflejar los cambios porque se ven de forma natural. Los gestos, la ropa...son cosas muy sutiles que muestran el paso del tiempo", apunta Gibson. El artista explica que más de una vez, los vecinos entran en su galería simplemente para hablar con él y contarle su historia. "¡Soy como una especie de confesor!", bromea.
Mientras la vida siga pasando frente al escaparate de la galería de Gibson, aumentará la colección de relatos de los 300 de Las Armas. Una radiografía en movimiento de los diez años de una ciudad. De cualquier ciudad.
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