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Myanmar Stories: curar con imágenes

Un nuevo fotofestival en el Estado de Shan, en Myanmar, sirve para que los jóvenes locales en riesgo de exclusión se conviertan en reporteros y retraten problemas sociales a menudo ignorados

Una imagen del proyecto ganador, sobre enfermos de lepra.
Una imagen del proyecto ganador, sobre enfermos de lepra.Nora y Nyi Myo Sett
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Varios soldados del ejército de Myanmar (Birmania) con su rifle colgando del hombro, quemando plantaciones de opio ocultas entre un sinfín de verdes colinas. Un joven atleta con síndrome de Down celebrando un gol cual futbolista internacional en una polvorienta calle de su pueblo. Una niña vendida por sus padres por 120 euros estudiando con amigos en el monasterio donde reside ahora, después de haber sido rescatada por una conocida de la familia.

Estas son algunas de las impactantes historias que 48 jóvenes del este de Myanmar, captaron con sus cámaras después de participar, en diciembre de 2017, en un taller de diez días organizado por fotógrafos internacionales. Las 15 mejores historias, realizadas a partir de vídeos breves que combinan textos cortos con instantáneas, han participado en el primer festival de fotografía del Estado Shan, celebrado en Taunggyi, la anodina capital de la región.

El certamen es un nuevo esfuerzo de la organización sin ánimo de lucro PhotoDoc para acercar el fotoperiodismo a la población birmana y dar a conocer problemas del país que a menudo no aparecen en los medios tradicionales. “Nuestro principal objetivo es formar a una nueva generación de periodistas”, explica Christophe Loviny, director de PhotoDoc y fundador del Festival de Fotografía de Rangún, el mayor evento de este tipo del sudeste asiático.

PhotoDoc ha celebrado distintos talleres similares en algunos de los puntos más problemáticos de Myanmar. Gracias a ellos han formado a más de 900 fotógrafos para que retraten el día a día de comunidades en riesgo de exclusión social, como jóvenes con discapacidades físicas, o personas desplazadas por los distintos conflictos armados en el país. En distintas ocasiones, son los propios afectados quienes han tomado la cámara para explicar sus vivencias en primera persona.

Después de Shan, el destino de los talleres fue Mrak-U, la capital del Estado Rakáin. El acceso a parte de la región se encuentra restringido después de que las fuerzas armadas fueran acusadas de llevar a cabo una operación militar contra la minoría musulmana rohingya tildada de “limpieza étnica” por Estados Unidos, entre otros.

Rechazo social

La ceremonia inaugural del festival de fotografía de Shan se celebra en el humilde polideportivo de la ciudad. Más de 300 personas deciden soportar el frío del gimnasio para asistir al evento, incluidos estudiantes de escuelas u orfanatos y novicios de los monasterios retratados en distintos de los proyectos. Un estallido de risas llena la sala cada vez que alguno de los niños aparece proyectado en la pantalla principal.

Nuestro principal objetivo es formar a una nueva generación de periodistas

La ganadora es la historia titulada Los marginados. Muestra la vida de distintos ex leprosos que habitan una aislada comunidad de chabolas por miedo al rechazo social. “Dejé a mis tres hijos y a mi mujer hace diez años. El menor solo tenía ocho meses. No he vuelto a contactar con ellos desde entonces”, explica uno de los pacientes participantes en el proyecto vencedor.

“Siempre les veíamos pidiendo limosna, así que decidimos hacer una historia sobre ellos para ayudarles”, señala Nyi Myo Sett, uno de los cocreadores de la historia. Nora, la otra autora, estaba visiblemente emocionada después de recoger el galardón: “Queremos seguir trabajando en el campo de la fotografía y el periodismo”.

Drogas y discriminación

“Les enseñamos que la fotografía es una herramienta y que, hablando con otras personas, podemos mostrar la otra cara [de la historia]”, explica Mayco Naing, una antigua concursante del Festival de Fotografía de Yangon que empezó a dar clases con la organización hace cuatro años. Según Naing, el principal reto para los estudiantes es atreverse a hablar con los entrevistados: “Eran muy tímidos al empezar”.

Muchas de las historias presentadas en el evento muestran las consecuencias del conflicto abierto entre el Gobierno del país y las distintas guerrillas de minorías étnicas de la región, que han propiciado el cultivo y el comercio de drogas en zonas disputadas.

Según un informe reciente de Naciones Unidas, el Estado de Shan contaba con 37.100 hectáreas de plantaciones de opio en 2017. El país es también el principal productor regional de metanfetaminas, conocido localmente como yaba, según recoge el diario Myanmar Times.

El segundo premio del festival, otorgado al proyecto Flores en el Cielo, muestra la vida en una aldea donde el 70% de los ingresos de su población provienen del cultivo de opio. Otra propuesta cuenta la historia de una joven panthay, perteneciente a una minoría musulmana proveniente de China, que ha sufrido distintos episodios de discriminación racial en el pasado.

Curando con imágenes

Christophe Loviny, director de PhotoDoc, cree que esta iniciativa puede llegar a ser “terapéutica” para alguno de estos estudiantes. El responsable del proyecto recuerda el “cambio radical” que experimentó una joven con un brazo amputado después de participar en la formación y contar su propia historia a través de imágenes. “Para las personas sin derechos, o que sufren discriminación, es una experiencia curativa”, apunta Loviny.

Para las personas sin derechos, o que sufren discriminación, es una experiencia curativa

El periodista francés empezó a realizar talleres de fotografía en el país en 2008, poco después de la Revolución Azafrán que levantó al país contra los militares que regían el país, cuando “el rápido crecimiento del acceso a Internet apuntaba hacia una revolución mediática”.

Cada semana, una de las foto historias realizadas por los estudiantes es colgada en la página web Myanmar Stories. Los proyectos son vistos por más de medio millón de usuarios de media. “Llegando a un número de espectadores tan alto, y consiguiendo conmoverlos, creo que estamos ayudando a cambiar un poco su forma de pensar”, explica.

Loviny se muestra convencido que las “historias cortas de formato multimedia” son el medio más efectivo para transmitir mensajes a gran parte de la sociedad, sin importar si estos son creados por periodistas o ciudadanos sin experiencia profesional previa. El ganador del festival de fotografía de Shan, Nyi Myo Sett, parece estar de acuerdo: “Cualquier persona puede crear una historia acerca de su región”.

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