Banderas habla sobre Picasso y Weinstein
El actor presenta en Madrid y Málaga la serie de National Geographic que protagoniza sobre el pintor
Con la cabeza rapada y con la cercanía que suele mostrar siempre en sus apariciones públicas, Antonio Banderas habla sobre cualquier cosa que se le pregunte sin tapujos. La cabeza la lleva así porque el pasado viernes terminó el rodaje de la serie Genius: Picasso para National Geographic (estreno el 26 de abril), en la que interpreta al pintor malagueño, un papel por el que ha tenido que llevar una peluca cana. Y hablar, lo hace con el acento de su tierra natal, que comparte con el artista, al que adora y al que espera haber hecho un gran homenaje en la ficción. De Picasso, de Málaga (donde se estrena en la noche del miércoles la serie), de la Semana Santa y del fervor malagueño con la serie habla estos días en radios, televisiones y periódicos. Pero camino del sur también ha hablado con EL PAÍS sobre el mundo en el que trabaja y en el que vive, sobre ese Hollywood que ya es consciente de que los abusos de poder y sexuales deben de erradicarse.
"Hay que apoyar esas denuncias, son abusos de poder tremendos. El ansia por trabajar ha hecho que mucha gente con poder pensara. 'yo a esta persona la puedo manipular y hacerlo'. Eso es terrible, de película de miedo", comenta el actor en un céntrico hotel de Madrid. El intérprete se muestra seguro y claro sobre el tema, pero también cree que es algo delicado que hay que pensar con tiento y desde todos los puntos de vista posibles: "Se pueden producir ahí también muchas injusticias".
"En los años tras la muerte de Franco, en el 76, 77, 78, muchos fuimos de la universidad y de los colegios los que salíamos a la calle porque vivíamos en un país de inocentes hasta que se probara lo contrario. Ahora muchos años después no me pueden pedir que le ponga el dedo a alguien sin yo tener toda la información, es que no puedo hacerlo. Yo no puedo convertirme en Franco, decir, éste es culpable porque este otro ha dicho esto. No puede ser así de simple, porque, si no, es muy fácil cargarse la carrera de alguien por una venganza o por cualquier tipo de cosa. Tenemos que tener un poco de cabeza a la hora de apuntar con el dedito a alguien, porque si no, nos vamos a volver locos", comenta Banderas.
El actor ha visto como compañeras de profesión y amigas íntimas han sacado a la luz abusos sufridos hace años, como pasó con Salma Hayek. El actor se muestra tajante: "Un abuso es un abuso, y muchos de los que hay denunciados, tal y como están descritos, son abusos de poder tremendos y que deben de ser no solamente penalizados por la propia profesión, que se diga 'no quiero trabajar con esta persona más', sino que tienen que ser penalizados por la justicia, muchos de estos casos deberían de llevarse frente a un juez o a un tribunal, en el caso de EE UU".
A finales de 2017, la actriz mexicana publicó un artículo en The New York Times en el que denunciaba el acoso recibido por parte del productor Harvey Weinstein durante el rodaje de Frida. Banderas no tardó en mostrar públicamente su apoyo a la actriz en sus redes sociales. Hoy Banderas ha ampliado su apoyo: "He trabajado con Harvey en varias ocasiones. A mí no me gustaba él por otras razones, profesionales, que no voy a precisar, pero no tenía ni idea de que eso estaba pasando", relata el actor, que en su momento conversó también de forma personal con Hayek. "Cuando hablé con Salma, le pregunté que por qué no nos lo había contado, y ella respondió con mucha humanidad y me dijo que porque no quería meternos en líos. Dijo, 'no se lo conté a Edward Norton [su pareja entonces], no te lo dije a ti, no se lo dije a mis amigos porque él es un hombre muy poderoso, y si yo te lo digo y haces algo, lo mismo te pega a tí un mazazo y te hunde la carrera, yo no quería poneros a vosotros en la situación que yo estaba".
Banderas cree que entonces igual sí que se podía haber hecho algo pese a la "noble" decisión de Hayek de no implicar a más gente de la industria: "Nosotros no sabíamos todo aquello, hubiéramos reaccionado en ese momento y, sobre todo, si lo hubiéramos sabido un grupo importante, porque en un grupo podemos hacer más fuerza. Es muy triste lo que ha pasado". Para Banderas, los movimientos de #MeToo y Time's Up deben de servir para no dejarlo pasar más: "Esto va a tener consecuencias para que todos nos pongamos en situaciones de alerta, ojalá. Es bueno para que repensemos, reflexionemos y digamos, un momento, nos estamos pasando".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.