Gracias, Forges

"Gracias, con mayúscula"

Un último Gracias, con mayúscula, a Forges, cuyas viñetas tanto me ayudaron a lo largo de los ochenta y los noventa en mis clases de español a funcionarios europeos de la Comisión y del Consejo de la UE en Bruselas. A través de ellas pude dar, cada mañana, una visión muy acertada de lo que estaba pasando en España y, lo que es más difícil, a empezar la jornada con una sonrisa, a veces con una carcajada. Y, como mujer, otro enorme Gracias a Forges por su tierno feminismo, por su ayuda.— Dolores Soler-Espiauba (Valencia)

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"Forges se había convertido en uno de mis seres queridos"

En ayunas todavía, por la radio, he recibido el mazazo de la muerte de Forges. Ayuna de pensamiento transmitido mediante humor inteligente, de símiles y metáforas sociales y políticas, ayuna de alimento vivo diario en papel, dibujado y escrito. Ayuna del esbozo de mi sonrisa diaria. ¿Cómo es posible que la muerte de un ser al que no conoces personalmente te haga llorar, como acontece con un ser querido? Forges se había convertido en uno de ellos. En EL PAÍS de hoy, todavía he constatado y disfrutado de su presencia.— Teresa Gallego Pérez (Pozuelo de Alarcón, Madrid)

"Mi simpatía para su familia y sus amigos"

Me acabo de enterar de la muerte de Forges por mi hermana, que me ha dado la noticia por teléfono, muy emocionada. Yo también he sentido mucha tristeza. Con sus viñetas más ligeras nos ha hecho reír hasta las lágrimas, y con las más comprometidas nos ha incitado a reflexionar sobre las miserias políticas y sociales, pero siempre con amabilidad, con una indignación sin estridencias, distinta de la que nos invade a algunos cuando escribimos a esta sección cartas algo subidas de tono. Mi simpatía para su familia y sus amigos y compañeros.— Javier Rodríguez Almingol (Pamplona)

"Se nos apaga el faro"

Con el mar más ‘embroncado’ que nunca, va y se nos apaga el faro. ¡Ay! ¿Qué va a ser de los náufragos de la democracia sin su salvavidas diario?— Robin Walker Lieres, Asturias

"Forges, seguirás entre nosotros"

Oigo, al poner la radio, que mi querido y admirado Forges ha muerto y una inmensa tristeza me envuelve en esta fría mañana. Forges ha sido mi acompañante junto con El Roto en mis mañanas ante EL PAÍS antes de sumergirme en la cotidianidad del trabajo. Ha puesto nombre a todas las injusticias y a todos los horrores que el día a día iba trayendo. No puedo olvidar las lágrimas de Madrid en su viñeta en aquel fatídico día del 11M. ¡Cuánta humanidad y cariño ponían en cada personaje aquellos inolvidables Blasillos! Hoy la gente que le quiso y le admiró llora con sus Blasillos y le agradece esos minutos en los que nos hizo parar para reflexionar. Donde quieras que estés, Forges, seguirás entre nosotros.— Ana Alonso Castrillo (Madrid)

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"No quiero acostumbrarme a abrir el diario y no encontrar su viñeta"

Desde que comencé a leer la prensa, me aficioné a EL PAÍS. Hoy me levanto con la noticia de que Forges se ha ido. No quiero acostumbrarme a abrir el diario y no encontrar su viñeta, de manera que les sugiero que no eliminen su recuadro, que lo llenen cada día con una de sus antiguas viñetas. El maestro no está, pero su trabajo sigue ahí, vigente después de décadas, y no merece ser olvidado.— Andrés Pozo Cueto (Barcelona)

"Hoy no puedo sonreír"

La verdad es que no sé qué decir. Estoy acostumbrado a sonreír de mil maneras pensando en Forges y su trabajo, y hoy no puedo. Desde luego mañana mismo lo retomo, quiero seguir entendiendo mi mundo de la manera más amable y realista posible. Hoy solo dar mi pésame a su familia, amigos, lectores y compañeros de trabajo.— Javier Saez-Benito Suescun (Zaragoza)

"Lo echaremos mucho de menos"

Quién llenará el hueco dejado por las viñetas de Forges en EL PAÍS. Me temo que nadie. Pero, durante mucho tiempo, su humor y socarronería seguirán planeando sobre las páginas de EL PAÍS. Cada mañana, los lectores de EL PAÍS, lo echaremos mucho de menos.— José Antonio Pozo Maqueda (Madrid)

"Ya empiezo a añorar a Mariano, a Concha, a Cosma y a Blasa"

Me invade la tristeza al leer la noticia de la muerte de Forges, inigualable, brillante hasta la exageración, defensor a ultranza de las mujeres, recordatorio permanente de quienes lo pasan mal, de las personas olvidadas o abandonadas. Humor con mensajes profundos, sopesados, adecuados, oportunos. Persona y humorista sin par. Siento ya la soledad de las mañanas sin Forges al abrir el periódico y empiezo a añorar a Mariano, a Concha, a Cosma y a Blasa, a los eternos náufragos y a los blasillos. El humor estará de luto para siempre.— Mª Teresa de Febrer de Olivar (Madrid)

"Te echaré de menos, maestro"

Todos somos únicos e irrepetibles, pero Forges, que siempre estará con nosotros en sus dibujos y en nuestra memoria, lo es más. La colección "Historia de Aquí" la compraban incluso los franquistas, porque para él, sin renunciar jamás a sus ideas, era querido por todos. Yo, como tantos otros, abría siempre EL PAÍS con tu viñeta, te echaré de menos, maestro.— José Miguel Grandal López (Cartagena, Murcia)

"Seguro que ya está dibujando su próxima viñeta"

Pienso...luego estorbo...me temo. Ese es el chiste original que tengo de Forges en mi estudio. Después una dedicatoria de agradecimiento por mi seguimiento incondicional, que terminaba con un Proclamo! Un tesoro de un genio del humor, gran humanista y filósofo. Seguro que ya está dibujando su próxima viñeta desde la otra dimensión para que no nos falte nunca una sonrisa aunque caigan chuzos de punta.— César Reglero Campos (Tarragona)

"Hoy todos somos un poco Blasillo o Mariano"

Cada mañana me arrancaba una sonrisa la viñeta de Forges. En un pais en donde las noticias suelen necesitar un poco de humor para asimilarlas. Cada dia que pase le echaré de menos y hoy todos somos un poco Blasillo o Mariano, esos personajes que nos retrataban exactamente. Sin bandera ninguna pero los españoles más típicos y reales. Mi sentir hacia su familia. Descanse en paz.— Cesar Moya Villasante (Madrid)

"Forges me ha acompañado toda la vida"

Me encuentro en el medio siglo de edad y puedo decir que Forges me ha acompañado toda la vida. Se va quien me enseñó de niño a conocer este país con su Historia Forgesporanea que aún guardo. Se va Forges y quedo huérfano de dos elementos que hoy cotizan más caros que nunca, el humor y la inteligencia. Hasta siempre maestro.— Antonio Pamos

"Me recuerdas a la carcajada de mi padre un sábado por la mañana"

Eras como esa chocolatina inesperada que te encuentras en el café del Bar de todos los días. Mañana no, porque rebuscare en mi fichero de tus viñetas para ponérmela de foto de perfil y con tu permiso, alegrarle los días a alguien más en agradecimiento a tantos años de hacerlo tu conmigo, pero hoy estoy triste. Me recuerdas a la carcajada de mi padre un sábado por la mañana mientras leía el periódico y a mis hijos ahora, sonriendo por alguna de las que tengo colgada en el frigorífico. Gracias.— Lidia Aguilar (Madrid)

A media asta

A nadie extrañará que hoy la bandera privada de mi casa esté a media asta. Es la bandera que ha ondeado Forges durante décadas: la de denunciar la injusticia social, la de la igualdad de género e igualdad de salarios a igual trabajo y responsabilidad, la del rechazo frontal a la corrupción y la violencia. la de la condena tajante al racismo, la de la compasión por los más desfavorecidos y contra la intolerancia y tantas cosas más, todas en la misma dirección. Y la de la sonrisa diaria y, tantos días, la risa pura y desternillante. Forges es, no como, sino de la familia como lo son Mariano y Concha y Peralejos, así que hoy en mi casa estamos inundados de tristeza y dolor por su inesperada y temprana muerte. Gracias por tanto.— Fulgencio Gaona (Murcia)

#graciasForges

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