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En la cuna de contrabandistas y narcos

La primera jefa de la Policía Local en España es premiada por 30 años de servicio

Mari Carmen Roca en una imagen de 2006.
Mari Carmen Roca en una imagen de 2006.Óscar Corral.

En 1986, y con apenas 25 años, María del Carmen Roca aprobó la oposición que la convirtió en la primera mujer en España en una jefatura de la Policía Local. Su destino fue el Ayuntamiento de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), que además de ser la mayor urbe de los municipios de la ría de Arousa, era la principal base de operaciones de los grupos de contrabandistas de tabaco y narcotraficantes que surgieron en Galicia en la década de los setenta.

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Después de treinta años al frente de una plantilla con más de cuarenta funcionarios, Roca ha sido galardonada este pasado viernes en Madrid por la Unión Nacional de Jefes y Directivos de Policía Local (Unijepol), una asociación que agrupa a jefes y mandos del cuerpo técnico. La distinción llega, según relata el jurado en su fallo, “en reconocimiento a sus años de servicio meritorio, a su liderazgo profesional y a su valiosa contribución a la lucha contra el contrabando y el tráfico de drogas, en los duros años que su comarca fue especialmente azotada por esa delincuencia”. Unijepol destaca que Roca haya sido una pionera en ejercer la jefatura de este servicio policial y valora su trayectoria en el ejercicio de un cargo que todavía ocupa.

La jefa tomó posesión en un Ayuntamiento gobernado por el último alcalde de la extinta Alianza Popular (tres años después se convirtió en el actual Partido Popular) y fue testigo de la ebullición de un fenómeno social y económico que ha dejado huella en los municipios costeros de la Ría de Arousa. Roca rememora aquella ciudad como el centro de los negocios ilegales; allí, las sucursales bancarias y los despachos de abogados daban cobertura a los potentes tabaqueros, que entonces doblaban en número a unos doctorandos a históricos narcos, para blanquear los millones de cajetillas ilegales que importaban en un solo desembarco y a las primeras remesas de heroína, hachís y cocaína que llegaban a Galicia.

Recuerda que Vilagarcía era en aquellos tiempos una pasarela de nuevos ricos que, haciendo ostentación de su dinero, rivalizaban entre ellos con sus exclusivos coches de importación y pomposas mansiones. “Aunque han pasado muchos años el escenario no ha cambiado tanto, porque aquí sigue habiendo tabaco de contrabando y la droga entra en mayores cantidades”, comenta María del Carmen Roca. “Lo que sí ya no se ve es el alarde de dinero que hacia esta gente, ahora son invisibles, más discretos, porque han aprendido que los signos de riqueza los delatan y las inversiones las hacen fuera de aquí”.

Su primer servicio en la calle como policía fue para ella como una advertencia. Paró a un conductor por una infracción, el hombre que conducía uno de estos automóviles ostentosos no aminoró la marcha y ella se puso delante para que se detuviese. “Entonces aceleró y pensé que me arrollaba, incluso me llegó a golpear con el coche; fue un gesto claramente intimidatorio”, cuenta Roca.

Otro momento para la historia fue la Operación Nécora, el 12 de junio de 1990. Aquel día la ciudad estaba colapsada por la gente que rodeaba la comisaría para ver llegar a los famosos detenidos: iban a ser interrogados por el entonces juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Por primera vez un magistrado se trasladaba a Galicia de incógnito, con el fiscal antidroga y varios funcionarios de su juzgado, para sacar a los objetivos de la cama y dirigir el operativo.

“La redada nos cogió de sorpresa. Llegó un momento que los coches con los detenidos no podían circular, la ciudad estaba colapsada y entonces alguien próximo al juez me llamó para que enviara un destacamento y solucionáramos el atasco. Yo le dije que no podíamos hacer nada más y que eran ellos los que tenían que abrir el tráfico. Y luego me llamó Garzón, le insistí en lo mismo y entonces me preguntó: '¿Usted sabe con quién está hablando?' Le contesté: 'sí, señoría'. Al final la tensión se relajó y todo quedó en una anécdota más de aquel día”, recuerda Roca.

El empresario Celso Barreiro, rodeado de periodistas, acompañado de su abogado, Manuel Cobo del Rosal, a su llegada a la Audiencia Nacional para prestar declaración ante el juez Baltasar Garzón, dentro del sumario de la 'Operación Nécora'.
El empresario Celso Barreiro, rodeado de periodistas, acompañado de su abogado, Manuel Cobo del Rosal, a su llegada a la Audiencia Nacional para prestar declaración ante el juez Baltasar Garzón, dentro del sumario de la 'Operación Nécora'.Santos Cirilo

El reconocimiento a su labor le ha sorprendido. “No sé ni quién ha propuesto mi candidatura”, dice, pero matiza que su contribución a la lucha contra el contrabando y el narcotráfico es meramente colaborativa. “La Guardia Civil y la Policía Nacional son los cuerpos encargados de combatir el crimen organizado y nosotros hemos colaborado en lo que hemos podido, sobre todo en los últimos tiempos en la que la era de la informatización nos ha facilitado el trabajo con una base de datos que antes no teníamos”, señala Roca.

La jefa tomó posesión aquel día del 86 sin ser consciente de que estrenaba una estadística. “En realidad yo no tenía ni idea de que no había mujeres en otras jefaturas o de la brecha en puestos de responsabilidad”. Roca ha vivido varias etapas políticas con seis alcaldes, del PP y del PSOE. “He pasado por muchas situaciones difíciles, incluso de acoso para intentar moverme del puesto, pero las mujeres hemos caminado mucho y aunque hay que seguir haciéndolo, tampoco hay que obsesionarse, un excesivo proteccionismo puede tener un efecto contrario, incluso negativo para nosotras”, apunta.

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