Cuando te preguntan dónde está tu jefe y la jefa eres tú
El Lab de RTVE.es estrena 'En la brecha', un documental interactivo que recorre las historias de siete mujeres que abren camino en trabajos copados por hombres
Este jueves 22 de febrero de 2018, Natalia Vicente será la primera trincadora de España, la primera mujer que fije cargas en un buque. Fue ella, junto a otras 20 mujeres que también trabajan en el puerto de Valencia, el germen de una historia que es la de todas las mujeres: lucha, reivindicación, desigualdad, más lucha, más reivindicación.
En marzo del año pasado, Claudia Reig (Valencia, 1990) se acercó hasta la estiba de ese puerto, en plena reforma y en pleno conflicto. Reig, de Barret Films –una productora valenciana especializada en documentales interactivos– se encontró allí con 300 mujeres, el 25% de los estibadores del puerto. En medio del bullicio, las huelgas y las protestas, las mujeres se organizaron y empezaron a escucharse: “Algo que no había ocurrido en los 20 años que llevan ahí, porque antes no había ni una estibadora. Cuando se contaron sus historias, se dieron cuenta de que compartían mucho”. Trabajos que no se les reconocían, comentarios machistas, conflictos al ser madres. Lo de siempre.
En ese momento el proyecto de Reig y el equipo de Barret Films empezó a crecer. Ya no solo iban a ser las estibadoras, sino cualquier otra mujer que tuviera una profesión habitualmente ocupada por hombres. “Empezamos a investigar, hicimos muchas entrevistas y nos dimos cuenta de que valía la pena hablar de la discriminación de la mujer en el mundo laboral. Porque pasa en todas partes, a todas horas”, apunta la directora del proyecto. Así surgió En la brecha, un documental web interactivo impulsado por el Lab de RTVE.es que se estrena hoy, Día de la Igualdad Salarial, y que es un retrato certero del panorama laboral para las mujeres.
Yadira Taberner es mecánica de automoción, Natalia Vicente es estibadora, Yara Serrano es CEO de eSports, Rakel Cernicharo es chef, Laura Albert es técnica de sonido, música y dj, Esther Nve es cirujana general y del aparato digestivo, Patrícia Campos es entrenadora de fútbol y expilota de reactor del Ejército del Aire. Siete mujeres, siete profesiones, siete agendas. Siete vidas a las que ha atravesado en algún momento la lacra del machismo y del patriarcado, inmersas en mundos copados, dirigidos y sostenidos por hombres. Reig, la directora del documental, explica que han intentando condensar las rutinas de cada una: “En vídeos de un minuto, para que podamos ver qué hacen, cómo viven, cómo trabajan. Y que no hay diferencia alguna con un hombre que desempeñe la misma tarea. Es tan obvio que es así…”, dice Reig.
Para ella, este trabajo ha supuesto también una lucecita que se encendió y que ya no ha podido apagar. Y está convencida de que ya no lo hará. “Después de conocer a las estibadoras y al resto de mujeres, mi mente cambió por completo. Una vez empiezas a ver las actitudes machistas que hay a tu alrededor, ya no puedes dejar de hacerlo, y además te sientes en la obligación de contarlo, de que todo el mundo las vea”.
Y no solo eso. Durante el último año ha aprendido a reconocerse en las historias de esas otras mujeres, y a dejar, por lo tanto, de sentirse culpable, de frenarse a sí misma, de censurarse; y ha empezado a sentirse segura de sí misma. “Recuerdo ver a Cernicharo, la ganadora de Top Chef, en la tele. Era criticada por media España, caía mal. Me di cuenta de que esa era la forma en la que se percibía a una mujer cuando manda, algo que no ocurre con los hombres. Y me reconocí también en eso”.
Ese, en parte, es el objetivo. Reconocerse o reconocer, darse cuenta: de que la brecha salarial por género existe, que existen los techos de cristal, el conflicto de la maternidad o los abusos, para lo que han estructurado la última parte del documental en siete ejes temáticos: micromachismos, autoridad y liderazgo, techo de cristal, maternidad y conciliación, acoso, brecha salarial y acceso al trabajo. Miriam Hernanz (Madrid, 1983), jefa del Lab RTVE.es, explica que después de una primera navegación, en la que se descubren sus agendas y su día a día, hay una segunda, donde pueden conocerse sus perfiles. “Y la última parte, convertida en una fuente abierta para todas las que quieran compartir sus experiencias. Pueden hacerlo enviando un vídeo desde su móvil o desde su ordenador, a través de la webcam”. Hacer un retrato colectivo y real de lo que ocurre. De lo que lleva ocurriendo décadas y de lo que debería dejar de ocurrir.
El servicio público
La directora del laboratorio, Miriam Hernanz, apunta a la necesidad de que el ente público atienda esta “conversación y la lidere”. “Es lo que hace un servicio público, atender las necesidades de la población, en nuestro caso del usuario. En los últimos años el machismo ha copado gran parte de las informaciones y los usuarios se hacen eco. Hay que estar ahí, no podemos obviar algo que interesa y preocupa”.
Desde 2011, cuando comenzó la aventura del Lab de RTVE.es, se han decantado por proyectos sociales y culturales que, según su responsable, pueden no tener "tantos clics, pero importan".
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