Rodeada de abedules y con suelos de abeto y alfombras de lana, esta vivienda finlandesa tiende un puente entre el espacio exterior y el interior doméstico.
Rincón de la galería al final del salón, que parece adentrarse en el bosque de abedules.Fotografía de Mads Mogensen; Producción de Martina HunglingerLa chimenea da a la vez al salón, donde se encuentra la leñera, y al comedor. La mesa de centro está formada por contenedores modulares ideados por los dueños. El sofá es de los años ochenta y las butacas fueron diseñadas en los setenta por Johan Huldt y Jan Dranger. La alfombra de lana es de Bonden Living (la empresa de Kati Hienonen), y los cuencos, un diseño de Kristiina Lassus para Alessi.Fotografía de Mads Mogensen; Producción de Martina HunglingerLos dueños de la casa idearon la mesa del comedor. Las sillas son un diseño de Alvar Aalto que produce Artek.Fotografía de Mads Mogensen; Producción de Martina HunglingerLos taburetes de madera son una interpretación del mobiliario tradicional finlandés realizada por el artista Jouko Kärkkäinen. El lienzo horizontal de aluminio y plumas es de Janna Syvänoia.Fotografía de Mads Mogensen; Producción de Martina HunglingerEl porche de abeto multiplica el espacio de la casa. Tiene varias alturas para adaptarse a la topografía del terreno. Fotografía de Mads Mogensen; Producción de Martina HunglingerEl bosque de abedules envuelve la vivienda. Sobre la chimenea, los candelabros son de Arika. La tetera es un diseño de los años cincuenta de Ulla Procopé producido por la mítica empresa finlandesa Arabia.
Fotografía de Mads Mogensen; Producción de Martina HunglingerEl dormitorio, con vistas al porche, está amueblado austeramente con una cama y una mesilla de abedul.Fotografía de Mads Mogensen; Producción de Martina HunglingerIncluso el baño tiene relación visual con el exterior. La calefacción es radiante y la piedra blanca del suelo proviene de Laponia.
Fotografía de Mads Mogensen; Producción de Martina HunglingerComedor exterior. Los cojines y las pieles de oveja son de la empresa textil de la dueña, la diseñadora Kati Hienonen. Los bancos y las mesas los heredó de la cabaña de sus padres, los pintó de negro y los fijó en el porche.Fotografía de Mads Mogensen; Producción de Martina HunglingerLa cocina, abierta, tiene una isla con encimera de mármol que la integra con el comedor. Las cerámicas son finlandesas. El cesto de la ropa sucia es tradicional.Fotografía de Mads Mogensen; Producción de Martina HunglingerLos dueños de la vivienda usan a diario una vieja sauna finlandesa. Tras calentarse durante horas, cuando alcanza la temperatura deseada se abre la puerta para que salga el humo.Fotografía de Mads Mogensen; Producción de Martina Hunglinger
