Velocidad y tocino
A menudo contemplo al líder del PSOE, Pedro Sánchez, y a muchos líderes sindicales, dirigirse a sus seguidores y simpatizantes en los siguientes términos: compañeros y compañeras; amigos y amigas; trabajadores y trabajadoras; ciudadanos y ciudadanas, etcétera. Con todos mis respetos, resulta cansino tener que escuchar continuamente el masculino y el femenino. Tampoco entiendo que algunas mujeres traten de feminizar algunas palabras y las conviertan en una aberración lingüística (miembras,portavozas). En ambos casos es confundir la velocidad con el tocino. Supone desviar la atención de la auténtica discriminación de la mujer en asuntos tan sangrantes como la brecha salarial, el techo de cristal o el hecho de que sean utilizadas como reclamo publicitario en determinados espectáculos y eventos deportivos.— Javier Cordero Ruiz.Madrid.
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