13 fotosIndígenas contra monocultivos en BrasilEn el conflicto por tierras, los guaraní kaiowá pagan dos veces a la salida y a la entrada. En el país casi tres indígenas son asesinados cada mesEl PaísBrasil - 20 feb 2018 - 15:29CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceTemplo indígena de la reserva de Jaguapirú. Según cuenta el chamán, fue reconstruido dos veces tras los intentos de incendio por parte de integrantes de iglesias neopentecostales.Ava Jeguaka Hory es el cacique de la aldea Tajasu Iguá. Vive constantemente amenazado y fue atacado en varias ocasiones. Los estancieros utilizan drones para identificarlos y perseguirlos. Luego del ataque conocido como la masacre de Caarapó, donde perdió la vida Clodiodi Aquileu, nativo de 23 años, los indígenas recogieron varios cartuchos de bala.Plantaciones de soja cerca de la aldea Guyraroká. Antes de la llegada de los colonizadores, el bioma característico de la zona era el bosque atlántico. Los indígenas guaraní kaiowá ya no tienen su principal fuente de alimentos y materiales para sobrevivir.La comunidad Apy Ka'y acampa hace más de 15 años frente a sus tierras ancestrales, donde aún están las tumbas de sus familiares y antepasados. El patrón cercó su hacienda para evitar el paso de los indígenas. En los últimos 15 años, los Apy Ka'y perdieron ocho familiares.Casilla de seguridad instalada por el patrón que ocupa las tierras ancestrales pertenecientes a la comunidad Apy Ka'y. Tras ser desalojados en tres ocasiones, un grupo de 20 indígenas acampa frente a sus tierras tradicionales, entre la ruta y el alambrado, en Dourados (Mato Grosso do Sul, Brasil).Las familias de la aldea Jerokyguasu dependen del único curso de agua disponible. Cuando no está llena de espuma causada por los agrotóxicos, la utilizan para beber, bañarse y lavar la ropa.Límite entre la reserva indígena Tey'i Kue y la retomada Kunumy Verá Poty, realizada en 2016. Las alambradas y los postes fueron retirados para ser utilizados en la construcción de las cabañas para los nuevos ocupantes.Kunumi Apyka Rendy se da un baño con su hijo en un estanque construido sobre sus tierras ancestrales, que retomaron en junio de 2016. Pocos días después, los patrones planificaron un ataque donde participaron más de 60 camionetas.A consecuencia de ello varios indígenas resultaron heridos de bala, incluyendo niños, y falleció el agente de salud indígena Clodiodi Aquileu de Souza, de 23 años.Niños nativos juegan en la laguna de Panambizinho, un área indígena demarcada por el Gobierno en 2014, tras más de 40 años de lucha y resistencia.Ava Jeguaka Hory, cacique de la retomada de Tajasu Iguá, delante del templo de su aldea. A pesar de que su tierra ancestral ya fue reconocida a través de estudios antropológicos de la Fundación Nacional del Indio, los patrones les tienen prohibido el acceso a su bosque y aún no han podido conseguir los materiales para terminar su templo.La oración es una de las principales arma de los guaraní kaiowá. Antes de hacer una nueva retomada, rezan día y noche durante semanas. Los hipnóticos sonidos de sus cantos se escuchan en cientos de metros a la redonda. Los hombres utilizan maracas y las mujeres gruesas cañas de bambú que golpean contra el suelo.Simón, Dona Leandra y Nardo toman un descanso después de un largo día de trabajo. Durante la noche, varios indígenas se mantienen alerta para proteger a la comunidad ante un eventual ataque.