Las relaciones de pareja son uno de los objetos de estudio al que más horas dedican investigadores de todo el mundo. ¿Qué cualidades se necesitan para que una relación sea duradera, satisfactoria y plena? La respuesta muy a menudo nos viene dada en clave heterosexual y masculina.
La ciencia, en algunas ocasiones, parece tener una cierta tendencia a estudiar características y valores en las mujeres que bien pudieran tener los hombres y que poco o nada tienen que ver con el género. En este sentido la periodista científica Angela Saini, explica en su libro Inferior que "desde la inteligencia hasta la emoción, durante siglos la ciencia nos ha dicho que los hombres y las mujeres son fundamentalmente diferentes. Pero esta no es toda la historia" en realidad, según Saini "la ciencia ha maltratado a las mujeres".
En la literatura científica se puede encontrar toda clase de estudios: sobre preferencias masculinas y también sobre preferencias femeninas. Entre los primeros, no es difícil descubrir algunos ejemplos de machismo más o menos disimulado. Analizar cómo de largas han de ser nuestras piernas para que resulten atractivas o determinar el tamaño ideal de pecho son solo un par de ejemplos algo obvios e infantiles ¿verdad?
Pero ¿qué pasa cuándo los estudios ensalzan otro tipo de cualidades como la bondad o la paciencia? Pues en muchas ocasiones no nos damos cuenta que estamos ante una situación que se conoce como "patriarcado de consentimiento" explica Mercedes Cano, coach especialista en igualdad. "El patriarcado es muy hábil y se adapta muy bien a lo que necesita y en vez de decirte que tú no eres capaz de hacer algo lo que hace es alabarte, esto se conoce como machismo sutil", sigue Cano. Precisamente de machismo sutil se nutre la siguiente compilación de estudios científicos que pretenden escribir el ABCD de la esposa perfecta. Los revisamos: