_
_
_
_

La hora de la vergüenza para las agencias de empleo

Un programa de televisión holandesa ha destapado la discriminación racial de parados

Isabel Ferrer
El nuevo centro de Asilo en Zeist, Países Bajos.
El nuevo centro de Asilo en Zeist, Países Bajos.©Remko de Waal (Getty Images)

Una investigación llevada a cabo por Radar,un programa de consumo de la televisión pública holandesa, ha destapado una práctica que ha abochornado al Gobierno: las agencias comerciales de empleo discriminan a los candidatos de ascendencia turca, marroquí o de Surinam, la antigua colonia en Sudamérica. Si las empresas no los quieren contratar, son suprimidos de las listas en origen. La excusa de los posibles patrones suele ser una mala experiencia anterior con estos grupos. Aunque la ley impide rechazarlos, casi medio centenar de las 78 firmas sondeadas por los reporteros —todas con licencia— accedían a ello. El Congreso ha pedido que se nombre a los infractores.

En el documental televisivo, los reporteros se hacían pasar por empresarios en busca de personal para un call center. Ellos mismos expresaban su rechazo a los candidatos de los tres orígenes mencionados, y las respuestas recibidas eran de comprensión. Desde un “aunque no debo decirlo, lo entiendo”, a un “no podemos discriminar, pero lo tendremos en cuenta”. La Asociación de Oficinas de Empleo ha calificado los hechos de “intolerables”. El Centro de Planificación Económica, que asesora al Gobierno, admite que “es muy duro comprobar cómo son apartados algunos grupos de población”. La Secretaría de Estado de Asuntos Sociales, por su parte, ha animado a los afectados a presentar una denuncia. Pero evitar este tipo de exclusión no es fácil. Los propios inspectores reconocen que es muy difícil controlar una posible discriminación en las listas de aspirantes confeccionadas para atender las ofertas de empleo.

En 2011, un estudio de la Universidad Libre de Ámsterdam ya alertó de una táctica similar, y se elaboró un código deontológico. En esencia, rechaza cualquier desigualdad por motivos de raza, género, credo, ideología, minusvalía, edad, enfermedad o inclinación sexual. Como la discriminación persiste, el Congreso ha pedido ahora desenmascarar a las agencias infractoras, uno de los mayores temores del sector. No quieren ser avergonzadas en público.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_