Meryl Streep se convierte en marca registrada
La actriz quiere evitar que se pueda hacer negocio con su nombre, sinónimo de éxito desde hace décadas
Meryl Streep es la actriz más reconocida de su generación, la intérprete que más veces ha estado nominada a un Oscar (21 en total, gracias a la última nominación que ha recibido por su trabajo en Los archivos del Pentágono). Su nombre suele estar asociado a un éxito de taquilla, y Streep no quiere que se asocie a nada más. Al menos sin su consentimiento. Por eso la actriz acaba de solicitar registrar su nombre como marca para que nadie se pueda aprovechar de él. Ella quiere tener “el monopolio del uso de su nombre sobre cuestiones de entretenimiento, incluyendo apariciones en vivo, en televisión y en películas”. Como si alguien la pudiera sustituir.
De su solicitud han sorprendido dos cosas: que no lo hubiera hecho antes tras más de 40 años de carrera, y que tan solo ha tenido que pagar 275 dólares (poco más de 220 euros) para conseguirlo. Con ello, la intérprete, cuyo verdadero nombre es Mary Louise Streep, se asegura además que no haya ningún producto de entretenimiento llamado Meryl Streep así como también impide que haya cualquier persona que firma autógrafos con ese nombre, aparezca en conferencias o abra una página web. Según los documentos que presentó la semana pasada, ella afirma que su nombre se asocia con la industria del entretenimiento desde 1975, año en el que recibió su diploma en Artes por la Universidad de Yale, puso voz en la película Everybody Rides the Carousel y estuvo en el reparto de la obra Trelawny of the ‘Wells’.
No está claro el motivo por el que la ganadora de tres Oscar (en plena carrera por el cuarto por su interpretación de Katharine Graham, dueña de The Washington Post en los setenta), tres Emmy y seis Globos de Oro ha querido convertir su nombre en marca registrada. Quizá la actriz, de 68 años, solo quiere protegerse de los aprovechados o quizá quiere incrementar sus ingresos con conferencias. Lo que está claro es que ya nadie podrá usar su nombre en vano.
Son muchos los famosos que han registrado sus nombres no solo para protegerlo, sino también para sacar un beneficio con productos que lo lleven. Aunque a diferencia de Streep, lo habitual es que lo registren para poder utilizarlo en productos como perfumes, ropas o cosmética. La cantante Taylor Swift, por ejemplo, ha solicitado registrar su nombre para más de 60 usos distintos en la última década (ha registrado incluso algunas frases de sus canciones). También fue noticia la batalla legal que mantuvieron Kylie Minogue y Kylie Jenner por ver quién podía hacer negocio de su nombre, una contienda en la que salió ganando la artista australiana por encima de la más pequeña de las hermanas Kardashian. 50 Cents, Paris Hilton, Jay-Z, Beyoncé (y el de los tres hijos de la pareja, Blue Ivy, Rumi y Sir) o David y Victoria Beckham, y los nombres de sus cuatro hijos, son otros de los famosos convertidos en marca registrada.
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