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Las holandesas prefieren menos horas y más calidad

La situación de pleno empleo favorece una realidad que incrementa la brecha salarial

Isabel Ferrer
En Holanda, ellas escogen combinar el trabajo con la maternidad o sus aficiones.
En Holanda, ellas escogen combinar el trabajo con la maternidad o sus aficiones.Carl Court (Getty Images)

Las mujeres holandesas en edad laboral tienen la posibilidad de trabajar a tiempo parcial para criar una familia y son por ello las que menos horas laboran de la UE: 29 a la semana. Los hombres, en cambio, cumplen un promedio de 37 horas semanales. Según el Centro de Planificación Económica, órgano asesor del Gobierno, la buena marcha de la economía nacional —con un 4,3% de paro— y el que las féminas se inclinen por el sector sanitario, favorecen los horarios partidos. Pero la brecha de género entre 30 y 35 años empieza a ser un problema. En términos oficiales, un trabajador es independiente cuando gana al menos 920 euros al mes. Hoy solo obtiene un 67% de ellas. Un 82% de los varones recibe como mínimo dicha suma.

La tendencia a inclinarse por trabajos de media jornada empieza, sin embargo, mucho antes. Antes incluso de tener hijos, un 63% de las jóvenes hasta 25 años trabaja así. O bien menos de 35 horas semanales. En la misma franja de edad, solo un 30% de los jóvenes elige este tipo de contrato. El Centro económico señala que “ellos aprecian un buen salario”. “Las mujeres, en cambio, tienden a combinar el trabajo con la maternidad y sus aficiones”. Los estudios efectuados hasta la fecha confirman, además, que dado el buen clima económico, si su pareja también trabaja, “a la mujer le compensa la sensación de equilibrio entre lo personal y lo público aunque haya menos ingresos totales”, en palabras de la psicóloga Ellen de Bruin. Sin olvidar que hasta los años ochenta, las ayudas estatales permitían a la mayoría de las madres quedarse en casa con los niños. Y que el derecho de hombres y mujeres a exigir un trabajo a tiempo parcial existe desde el año 2000.

Los efectos de esta tendencia sociológica se reflejan en el mundo empresarial. En 2017, solo había un 13% de mujeres en puestos directivos; en los consejos de administración, un 6,2%, según la Universidad de Tilburg (sur del país). Una situación que complica la promesa del Gobierno de aumentar el volumen actual de mujeres empresarias al 30%.

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