Desmemoria y responsabilidad
El reciente 24 de enero pasará a la historia de la política española como otro triste día más para la consolidación de la corrupción como mal sintomático en nuestra política, especialmente en el partido que actualmente está en el Gobierno. El hecho no es nimio: todo un ex secretario general del PP valenciano confesando la continua financiación ilegal de un partido que, por aquel entonces, aupó a la candidatura a la presidencia al actual presidente del Gobierno. El mismo que aún arguye que son “casos aislados” lo que se ha comprobado como corrupción sistemática o se refugia en su desconocimiento de los mismos, cuando también se ha revelado que la dirección nacional estaba al tanto.
La desmemoria y la ignorancia no eximen de asumir responsabilidades; las consecuencias en la sociedad no son inocuas. Tampoco los ciudadanos deben caer en la desmemoria cuando tengan que expresarse en las urnas.— Antonio Martín Barrachina. Rubielos de Mora (Teruel).
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