La septuagenaria latina y lesbiana que podría ser la gobernadora de Texas
Lupe Valdez hizo una campaña de bajo presupuesto con pocos seguidores en las redes sociales en uno de los estados más reaccionarios, pero contra todo pronóstico será la candidata demócrata a gobernar el estado
Tiene 70 años, nació de dos inmigrantes granjeros mexicanos y se dejó la piel trabajando en fincas y ayudando a sus padres para pagarse la universidad. Pero hace unas horas se convirtió en la primera latina candidata a gobernadora de un estado (Texas) de los Estados Unidos de América. Lupe Valdez (San Antonio, Texas, 1947) no tenía una gran suma de dinero para pagarse una campaña electoral arrasadora, pero tiene carisma y una gran historia.
"Hay una parte de mí muy espiritual y no quiero separarla de quien soy. La lesbiana, la espiritual, la latina, la mujer bajita... todo eso tiene que encajar en quién soy yo", dice
Sus cifras son casi ridículas al lado de las de los otros candidatos dentro de un sistema en el que el dinero lo es todo. Según Dallas News, Valdez tuvo en su cuenta 46.498 dólares (38.000 euros) para financiarse la campaña. El actual gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott y su rival en las próximas elecciones, tenía 43 millones de dólares (35 millones de euros). Un récord para cualquier candidato de cualquier estado.
Pero la biografía de Lupe deja claro que su vida se ha construido a golpe de valor y de destruir muros en un país que desde 2016 muestra gran interés por levantarlos. Ella fue la primera latina y la primera demócrata en convertirse en la sheriff del estado de Texas en 2004. Y también la primera lesbiana fuera del armario en ocupar ese puesto. Valdez anunció su campaña el 6 de diciembre, después de dejar el puesto que había ocupado durante 12 años. La primera a la que pidió consejo, según reveló a Vice, fue a su novia.
Texas es uno de los estados con menos respeto por la realidad LGTBQI de todo Estados Unidos. En octubre del año pasado, Abbott propuso una "ley del lavabo" similar a la que ya existía en Carolina del Norte y que obliga a las personas transexuales a utilizar un cuarto de baño de acuerdo con su sexo biológico de nacimiento. Asimismo, el pasado diciembre el Supremo de EE. UU. avaló una sentencia de Texas que cuestiona la igualdad para los matrimonios homosexuales, que se refleja en prácticas tan injustas como que las parejas de gais y lesbianas no puedan aparecer como beneficiarios en las pólizas de seguro de vida o salud que ofrecen algunas empresas a sus trabajadores.
Lupe Valdez no salió del armario hasta la treintena, cuando, según ella, entró en contacto con otras personas LGTBQI. "Siempre supe que me atraían las mujeres, pero no fue hasta que estuve segura de que Dios me quiere tal y como soy cuando empecé a aceptarme a mí misma. Hay una parte de mí muy espiritual y no quiero separarla de quien soy. La lesbiana, la espiritual, la latina, la mujer bajita... todo eso tiene que encajar en quién soy yo", ha contado.
La web oficial de la campaña de Lupe Valdez es bonita, discreta, sencilla. La sección "español", que ofrece una versión en castellano de la web para los votantes latinos, aparece bien grande (es mucho más pequeña en la del gobernador Abbott, por ejemplo). "Me llamo Lupe Valdez y soy candidata para ser su gobernadora de Texas", se puede leer sobre una imagen de Lupe montada a caballo. "¡Únete a la campaña!".
Solo 22.500 personas la siguen en Facebook, mientras 1.250.000 siguen al actual gobernador Greg Abott. En Instagram, no llega a 2.000, mientras más de 6.000 personas son fans del gobernador. Pero todo esto no libró a Valdez de un optimismo a prueba de bombas. "¡Soy la perfecta candidata!", saludaba siempre al comenzar sus entrevistas con los medios durante su campaña para ser elegida como candidata demócrata.
La presencia de una candidata con estas características en un feudo tradicionalmente republicano es llamativa en plena era Trump. Una gobernadora demócrata, lesbiana y con orígenes en eso que el presidente ha llamado "países de mierda" podría dar la campanada porque Valdez ya la dio anteriormente: en 2004, cuando fue elegida la primera sheriff demócrata, lesbiana y latina del estado, el exgobernador de Texas, George W. Bush, se aseguraba una segunda legislatura en la Casa Blanca con mayoría absoluta.
Valdez solo tuvo 46.498 dólares para labrarse una campaña electoral, pero también el entusiasmo de gran parte del electorado latino y LGTBQI. Los medios progresistas ya la saludan como uno de las grandes esperanzas políticas del año. Los Angeles Times dijo de ella: "Lupe Valdez ya ha ganado... aunque pierda".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.