Tradición y modernidad en la pasarela Pitti Umo
Las firmas apuestan por innovar con prendas hídridas
Con un contundente desfile en tres actos, los japoneses Jun Takahashi de Undercover y Takahiro Miyashita de Soloist cerraron la noche del jueves el calendario de la feria de moda masculina Pitti Uomo. La colaboración entre estos dos diseñadores de generaciones distintas pero conectados por una forma similar de entender la moda dio lugar a una emocionante y oscura fábula distópica. Abría el desfile el veterano Undercover, más de 25 años en la industria, al son de las notas Atmosphere de Joy Division con una trabajada y evocadora colección inspirada en la película de Stanley Kubrick Una Odisea en el espacio (1968). Jugando con la progresión del orden al desorden, Takahashi inició su relato vistiendo a sus chicos con largas faldas, jerséis de lana, camisas de cuadros y bermudas de punto, para ir introduciendo poco a poco prendas de tejidos técnicos y estampadas que reflejan el aumento de poder de Hal, el ordenador protagonista de la película. Aunque el japonés negó después del desfile querer hacer política, sí que reconoció una crítica social a la presencia cada vez más grande de la tecnología en la vida cotidiana.
Por su parte, Miyashita ofreció una oscura y apocalíptica colección que obligaba a prestar atención. Destacaron en ella las prendas exteriores, acolchadas y envolventes, casi como una crisálida, que parecían proteger a los modelos de ese futuro negro que imaginó. Quedó clara también su persistente búsqueda de nuevos lenguajes con deconstrucciones de prendas técnicas que se superponían con vestigios del traje clásico. La relación entre estos dos mundos: el pasado y el presente, la rigidez de los códigos de vestimenta tradicionales y la libertad del streetwear así como la creciente presencia de la tecnología en los tejidos y el proceso de producción, son los temas principales de la moda masculina hoy. Dorian Stefano Tarantini, responsable M1992, otra firma invitada que desfilaba ese mismo día por la mañana, habla de un proceso de “degeneración del lujo y el streetwear” para definir su propuesta. Su colección, inspirada en los Paninaro, tribu urbana de los años ochenta que celebraba el consumo de la moda al margen de cualquier discurso, logró mezclar referentes muy variados del imaginario estético italiano de esa época. La noche antes, la centenaria firma americana Brooks Brothers, que introdujo y popularizó el blazer marinero o el polo, recordaba en el desfile que celebraba su 200 aniversario que lo que hoy nos parece clásico, décadas atrás fue revolucionario
El propósito de innovar y el diálogo entre la tradición y la modernidad se confirmó en clave comercial también en la feria, una precisa radiografía de las tendencias que llegarán a la calle el invierno 2018-2019. En el stand de Brunello Cucinelli las prendas se mezclan con la intención de crear contraste, combinando tejidos de apariencia rústica como las panas, el punto grueso o el cuadro inglés con otros más urbanos como la piel o el denim. Dando un paso más allá, la novedad llega con las prendas híbridas. Además, los tejidos tecnológicos dejan de ser terreno exclusivo del mundo del deporte y ganan presencia en los diseños más formales. ¿Lo próximo? Parece que las prendas multifuncionales.
Diversidad en la pasarela
Se ha hablado mucho sobre la diversidad en las pasarelas femeninas, pero poco sobre la ausencia de esta en las masculinas. En un sector en el que dominan los castings de chicos blancos, jovencísimos, altos y escuálidos fue toda una sorpresa la selección de modelos de la joven marca Magliano. En su desfile debut, Luca Magliano decidió rodearse de amigos, entre ellos un joven orondo que rompía con todos los esteretipos. Con una peculiar puesta en escena y dosis de humor, el ganador del concurso Who is next? Uomo 2017, dibujó latin lovers marginales para crear una colección que ofreció mezclas originales.
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