Elecciones en Cataluña

El resultado de las elecciones celebradas en Cataluña es incomprensible para el español medio. No podemos entender que existan personas normales que le otorguen su voto a alguien como Carles Puigdemont. Este individuo, con su afán de protagonismo personalista, ha obligado a más de 3.000 empresas a abandonar Cataluña; si sus votantes no ven esta desbandada, una de dos, o están ciegos o no consiguen razonar con claridad.

Su jefe, Artur Mas, refleja en su cara la expresión perfecta del cinismo y la frialdad. Los españoles defenderemos siempre a los catalanes constitucionalistas y esperamos que el Estado obligue a los secesionistas a devolvernos el dinero que han despilfarrado con sus embajadas, con su propaganda, con sus altos sueldos, con sus mítines, etcétera.— Julián Fernández del Pozo. Madrid.

El resultado de las elecciones autonómicas catalanas ha sido catastrófico para Mariano Rajoy: el Partido Popular apenas saca tres escaños, como si de un partido antisistema se tratara. El principal competidor del PP en el ámbito de la derecha, Ciudadanos, se convierte en la primera fuerza política catalana con 37 escaños y más de un millón de votos. Para rematar, el bloque independentista obtiene la mayoría absoluta en escaños aunque no la haya obtenido en votos. No obstante, la victoria de los independentistas puede convertirse en pírrica para sus pretensiones secesionistas toda vez que el centro-izquierda nacionalista, ERC, se ha visto superado —desmintiendo todas las encuestas— por la derecha nacionalista de Puigdemont, lo que podrá generar fuertes tensiones en el bloque independentista.— José Antonio Pozo Maqueda. Madrid.

Para los españoles no catalanes —y supongo que para muchos catalanes también— resulta inexplicable y disparatado el resultado de estas elecciones, después del tremendo daño y las barbaridades que ha hecho el Govern. Debe ser que no tenemos fe, y el independentismo es una religión y no una ideología política basada en la razón que persigue el bien común.— Carmen Gil Martínez. Aracena (Huelva).