Una infiltrada novata en el ‘reality’ de las Campos
Pullas, naturalidad y sin censura, el éxito de María Teresa, Terelu y Carmen Borrego, que abren las puertas de la casa familiar para grabar un encuentro con la prensa
La excursión empieza en un punto de encuentro del centro de Madrid, donde un autocar recoge a 22 periodistas de distintos medios con la misión, entre profesional y curiosa, de asistir a un brindis navideño en casa de María Teresa Campos. El motivo: un encuentro de la prensa con el trío español más mediático formado por la popular periodista y presentadora y sus dos hijas, Carmen Borrego y Terelu Campos. Ninguna consigna, solo una observación: la cita será grabada por La Fábrica de la Tele, productora de Las Campos, y se emitirá en Telecinco, esta noche a las 22 horas, para ir calentando motores hasta la llegada de la nueva entrega de su reality que comienza su andadura mañana con un especial navideño grabado en Nueva York.
El primer capítulo de esta serie se presentó el 18 de agosto de 2016 y consiguió ser líder de audiencia con 2.361.000 espectadores que no se despegaron de la pantalla del televisor en plena canícula. La próxima temporada augura nuevas aventuras de esta televisiva familia a la que se ha bautizado como las Kardashian españolas, pero los argumentos se internacionalizan. Nueva York, Miami, Japón y Dubái serán sus próximos destinos, y algunos ni ellas los conocen aún. La naturalidad es quizá la gran sorpresa de este programa que uno cree perfectamente organizado y calculado. El equipo tiene una idea, se prepara la grabación y al final ocurre lo más inesperado porque las protagonistas no se ponen límites, nunca ven previamente lo que se va a emitir, muchas veces no saben lo que ha hecho o dicho las unas de las otras y llegan a sorprenderse tanto como los espectadores con lo que se encuentran en pantalla.
“Si se hace un programa que se llama Las Campos, tenemos que ser nosotras mismas”, explica María Teresa, “solo pasas batería [funcionas] delante de una cámara si pones de verdad parte de ti. Por eso yo siempre me he sentido más comunicadora que presentadora”. Terelu añade que no ver el capítulo antes de que se emita tiene de bueno que se lleva la misma sorpresa y tiene la misma visión que pueda recibir el espectador. “La parte mala", dice, "es que no te da tiempo a decir no pongas esto o lo otro”. Y Carmen Borrego, más seria y reflexiva que su madre y su hermana remata: “Seríamos capaces de censurar demasiadas cosas que el espectador quiere ver y eso no es bueno”.
La grabación que se está realizando en el salón de su casa da fe de la nula intervención del equipo. Entre ellas se cortan, se tiran pullas y rematan frases. Se nota que se conocen bien y son capaces de reñir sin que llegue la sangre al río. Después llegará el montaje, la música, la magia que convierte el día a día de una familia famosa en un espectáculo de televisión. Y también surgirán los parabienes por las audiencias y llegarán las críticas e incluso los insultos. “No hace falta hacer un reality ni irse a Nueva York para que te digan de todo”, afirma María Teresa Campos, “pasa, hagas lo que hagas, en el momento que eres una persona conocida. Pero a veces son comentarios tan ofensivos que creo que habría que legislar más. No para cortar la libertad de la gente, si no para limitar la libertad de inventar y sobre todo de insultar”.
Ante las risas que han provocado entre los periodistas algunas de las escenas de un adelanto de diez minutos del primer programa de la nueva temporada —proyección durante la cual las protagonistas no están presentes—, resulta inevitable una pregunta: ¿No temen que convertirse en personajes pueda afectar a proyectos futuros como directora de programas, en el caso de Carmen, o presentadoras en el de María Teresa o Terelu? La primera en responder es Terelu: “Creo que esa visión se queda un poco antigua. Hacemos una televisión de hoy". Es María Teresa, con más años de profesión, quien zanja las dudas: “¿Sabes lo único que te retira? Que no te vean”.
En el salón aparece María, la empleada doméstica a quien la gente reconoce por la calle desde que salió en la primera entrega del programa. Trae unas copas con cava para brindar por la Navidad y se arma un pequeño alboroto de periodistas que quieren retratarse con las propietarias de la casa. Un reflejo de la misma curiosidad que provoca en los espectadores asomarse a la vida y la trastienda de este trío y que explica el éxito del formato. Carmen lo cuenta categórica: “Yo creo que da morbo ver qué hacemos, si nos peleamos o no. Es morbo”.
Teresa se acerca sonriente y feliz por haber superado la primera fase de esta grabación tras haber vencido sin secuelas al ictus que sufrió en mayo. "Espero que el programa vaya bien", explica, "pero para mí esto era un reto personal muy importante y ya lo he ganado", dice en referencia al viaje a Nueva York y Miami, donde se ha grabado parte de la nueva temporada.
Después, más intimista y sin tratar de justificar nada, continúa: “Cuando la gente me pregunta por qué hago esto con todos los reconocimientos que tengo en mi carrera profesional, solo puedo contestar que creo que precisamente por eso el público debería permitir que me divierta haciendo otra cosa. Aunque yo desde luego quiero volver a entrar en mi plató y espero que sea pronto”.
Como adelanto de lo que está por llegar solo se puede contar que el capítulo con el que arranca la nueva temporada se titula Audrey, Marilyn y Carrie… Las Campos en NY. Prueben a adivinar quién es quién y quédense con una frase de Terelu: “Yo solo puedo decir que es más fácil encontrar un buen perrito en Nueva York que una buena porra en España”.
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