¿Cómo saber si mi hijo tiene lombrices?
Los parásitos intestinales son frecuentes en los niños. Guía para conocer los síntomas y el tratamiento
En esta entrada repasaremos cuales son los síntomas que nos tienen que hacer pensar que nuestro peque tiene lombrices o parásitos, a menos de que los estemos viendo, que será un mal rato, pero nos saca de dudas. También daremos pautas de cómo tenemos que actuar. Y antes que nada, perdón por las fotos ilustrativas, pero una imagen vale más que mil palabras.
EL MÉDICO DE MI HIJ@
Para ayudar a los padres en la tarea de encontrar información útil, fiable y basada en la evidencia científica, y a la vez, crear una comunidad donde profesionales y familias se enseñen los unos a los otros, nació en 2011 el grupo de Facebook El médico de mi hij@.
En él, profesionales de todos los campos relacionados con la salud infantil, entre ellos su creador, el pediatra y colaborador de este diario Jesús Martínez, atienden a las dudas que nos pueden surgir en el día a día de forma gratuita.
Primero les pondremos nombre, porque llamarlos así en general, cuando alguien se ha esforzado por identificarlos, no tiene sentido. En nuestro medio básicamente veremos infestaciones por oxiuros, giardias y áscaris lumbricoides, si bien es cierto que los desplazamientos que hay en general con niños que vienen y van a otros países provoca que veamos de tanto en tanto algún otro invitado, pero no es frecuente.
¿Cómo es posible que pille parásitos?
Antes que nada, aclarar que los parásitos en los niños no tienen nada que ver con malas condiciones de higiene o hábitos, simplemente están implícitos en la primera etapa de la infancia como los mocos.
Básicamente es por la ingesta de huevos o larvas, depende del gusano de que se trate, aunque hoy hablaremos sobre todo de oxiuros ya que se trata de la infestación más frecuente y que genera más motivos de consulta.
Los niños ingieren los huevos, que son de tamaño microscópico y que pueden estar en la tierra, arena, otros objetos o en manos de otros niños. Una vez ingeridos, pasan al intestino delgado y aquí nacen las larvas, luego van al intestino grueso donde se transforman en parásitos adultos del tamaño de un grano de arroz. A los dos meses aproximadamente de producirse la infección los oxiuros hembras se reproducen y ponen sus huevos durante la noche, momento de mayor sintomatología, en los márgenes del ano. Para poner estos huevos lo que hacen estas hembras es adherirse y esto provoca bastante picor y molestia, por lo que los niños se suelen rascar mucho, lo que perpetúa el ciclo, ya que al rascarse se llevan los huevos, que han colocado las hembras, pasándolos a otros niños e infestándose él nuevamente. Por este motivo, en ocasiones es difícil cortar este ciclo si no se llevan a cabo todas las medidas terapéuticas.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas son variables: picor anal y perianal sobre todo en horas de la tarde o noche —recordad que era la hora en la que las hembras ponían los huevos—, esto ocasiona frecuentes lesiones por rascado y que la zona alrededor del ano esté muy enrojecida, por lo que en ocasiones puede ser que los veamos rascarse mucho o que se quejen de dolor cuando van al lavabo. Es muy frecuente que se vayan a la cama con normalidad pero que más tarde comiencen a rascarse y a moverse mucho. Incluso puede ocasionarles intranquilidad, pesadillas o sonambulismo. En niñas es frecuente también la aparición de picor vulvar por la cercanía de la zona anal con la zona genital.
Es mucho menos frecuente que parásitos como oxiuros o áscaris den dolores abdominales, diarreas o vómitos; por el contrario, esto es muy frecuente en la giardia, que da una diarrea muy líquida, con muy mal olor y de muchos días de duración, acompañada de dolor abdominal y de pérdida de peso en ocasiones.
¿Y cómo se diagnostican?
Lo más frecuente es verlos (oxiuros y áscaris), pero si no es así y los padres sospechan que los tiene, se hace recogida mediante cinta de Graham, que viene siendo como una cinta celo que se adhiere a los márgenes del ano y luego se manda a analizar al laboratorio, buscando encontrar en el microscopio los temidos huevos. Este examen se recomienda hacerlo por la mañana antes de ir al lavabo para recoger los huevos que pueden haber puesto por la noche las hembras. En el caso de las giardias, hay que recoger muestras mediante la recogida de materias fecales durante tres días consecutivos y mandarlas a analizar al laboratorio
¿Cómo nos deshacemos de las lombrices?
Si bien son bastante inofensivos, son un poco molestos y desagradables, así que cuanto antes se vayan mejor.
Los pilares del tratamiento son dos: por un lado el medicamentoso, que dependerá del parásito y el cual tendrán que tomar todos los que vivan en la misma casa; y por otro lado el tratamiento tendente a eliminarlos del resto de la casa y a evitar su propagación.
En cuanto al medicamentoso, hay dos fármacos cuyos principios activos son el mebendazol y el pamoato de pirantel. Se suelen dar a dosis única y se repite la dosis a las dos o tres semanas.
Hay que lavar las sábanas, la ropa, el pijama y las toallas que haya usado el niño que tiene parásitos a 60ºC-90ºC. Hay que evitar sacudir la ropa contaminada porque los huevos podrán caer por la casa y diseminar la infección.
Por otro lado, este es un buen momento para poner en práctica normas de higiene que vuestro peque tendrá que ir adquiriendo, como son el lavado de manos, e insistir frotando debajo de las uñas. Es bueno que todos los miembros de la familia también lo hagan, antes de cada comida, después de ir al baño o tras un cambio de pañales si hay niños pequeños en casa.
Instaurar el hábito de uñas bien cortas, trasmitirles a ellos la importancia de tener siempre las manos limpias con las uñas bien cortas para que sean ellos mismos los que nos reclamen que es hora de la manicura.
Mientras no tenga un control de su higiene, hay que limpiar bien la zona anal con agua y jabón luego de que vaya al lavabo.
Y un truco final, los pijamas cerrados son una gran opción para evitar el rascado y las lesiones.
Andrea Masiá de Barbieri es pediatra en el grupo de Facebook El médico de mi hij@.
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