6 fotosEclecticismo y minimalismo en un edificio del siglo XVNo es una casa. Es la extensión de una vivienda convertida en espacio de trabajo y en local comercialEl País Semanal22 nov 2017 - 00:00CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEl aparador junto al comedor es una restauración de un diseño vintage realizada por los artesanos de Como Draga & Aurel.Fotografía de Mads Mogensen / Producción de Martina HunglingerLa cocina no está aislada, comparte espacio con el comedor y, al estar pintada de gris antracita, se distingue sin separarse de él. El sistema sueco de estanterías metálicas colgantes String sirve de alacena.Fotografía de Mads Mogensen / Producción de Martina HunglingerLa cama del dormitorio es un diseño de los años cincuenta del arquitecto italiano Luigi Caccia Dominioni. El aparador bajo, con espejo circular, es un mueble de los años cincuenta. Los cojines y la ropa de cama son de Society. La lámpara es un diseño de Paolo Rizzatto producido por la empresa Flos. Y la alfombra a rayas es de la empresa Affari.Fotografía de Mads Mogensen / Producción de Martina HunglingerDoriana de Petris, la propietaria de la vivienda, encontró este escritorio vintage, de los años cincuenta, en un mercadillo. Hizo tapizar la silla con tela amarilla para potenciar el contraste de colores. La lámpara es de House Doctor. Las estanterías metálicas sirven de expositor. Fotografía de Mads Mogensen / Producción de Martina HunglingerSobre la chimenea de mármol, el espejo es un diseño de Gio Ponti fabricado por Gubi. Las cerámicas son de la propia De Petris. El óleo es de Patrizia Cassina, y la silla, un modelo de los años cincuenta diseñado por Carlo Ratti.Fotografía de Mads Mogensen / Producción de Martina HunglingerEn el salón, las butacas son vintage y el sofá es de Hay. La alfombra es de la empresa Society, y el óleo junto a la puerta que conduce al patio, de Patrizia Cassina. El armario restaurado es francés, de los años cincuenta. Sobre este, las cerámicas de De Petris.Fotografía de Mads Mogensen / Producción de Martina Hunglinger