Cristina Pedroche: “Es mi cuerpo, yo decido si quiero enseñarlo o no”
La presentadora de televisión no le teme a las críticas y arremete contra la disparidad salarial y el machismo en la industria
Cristina Pedroche (Madrid, 1988) ha hecho de su vida un Gran Hermano que comparte con casi cuatro millones de seguidores entre Instagram y Twitter. Es mediática, polémica, espontánea y ha convertido de su personalidad en un negocio con el que se siente a gusto.
“Ya he asumido que conmigo dirán lo que les dé la gana. Mi nombre da muchos clicks”, suelta con confianza y naturalidad cuando se le pregunta por cómo enfrenta a las innumerables críticas que recibe ya sea por su trabajo en la televisión, sus publicaciones en las redes sociales, sus comentarios y cómo no, su famoso vestido de fin de año. Del que por cierto no quiere dar detalles. “Solo puedo decir que la semana pasada me hice la primera prueba y ha sido la mejor primera prueba que he hecho…”, dice con recelo para rematar: “Aunque tendrá el sello Pedroche será muy distinto a los anteriores”.
Desde hace tres años su vestido es sin duda alguna el gran protagonista de las Campanadas de Antena 3, se ha convertido en el trending topic preferido de Nochevieja y a ella le gusta encarnar ese controvertido papel. “Da igual lo que me ponga, será polémica. Si me pongo un vestido tapado será porque voy tapada…”, dice, eso sí destacando que los mensajes que se hacen sobre su atuendo son siempre machistas. “Es mi cuerpo, si yo quiero lo enseño si no, no”. Por ese motivo asegura que jamás se ha cortado en divulgar una foto. Ya tiene asumido que publique lo que publique habrá alguien que la llame “fea, gorda, tonta, payasa…”. Pero esas palabras que le sueltan como dardos no han podido, todavía, atravesar su coraza. “A mí me dan ganas de abrazarlos [a sus haters], siento que son personas muy solas”.
Con quien no tiene compasión es con las personas que critican que las actrices –concretamente las de Hollywood- hayan tardado tanto en denunciar el acoso y los abusos sexuales. “Lo que odio de esto es que la gente diga y por qué no lo dijeron antes. Pues a lo mejor tiene que ver con que han pasado muchos años hasta que la sociedad logró construir ciertos valores con los que por fin la mujer se sintiera segura y no tuviera miedo de decir que ha sido acosada. Ahora tenemos herramientas que nos protegen. Hace años eso no sucedía. Quizás las víctimas pensaban en que podrían perder el trabajo, o que las iban a mirar mal”, responde. En cuanto a extrapolar lo que está ocurriendo al escenario nacional sostiene que “en España vamos un poco más tarde, pero creo que pronto empezarán a salir más casos”. Ella no lo ha vivido en carne propia, pero es consciente del machismo que impera en la sociedad. “La diferencia salarial está demostrada. Leí que debido a esta brecha desde noviembre las mujeres trabajamos gratis. Eso es injusto”. Aunque en las Campanadas ella y su compañero de fórmula Alberto Chicote ganan exactamente lo mismo.
En donde sí que ha sentido sexismo es en las preguntas que le formulan cada vez que desfila por un photocall. “Nos enfrentamos a preguntas que a ellos no se les hace. Más que por mi trabajo me preguntan por mi cuerpo, que por qué estoy más delgada o más gorda, que si me llevo bien con x o con y, que si quiero ser madre. ¿En serio me estás preguntando eso? Es lo que les respondo. Cuando acompaño a David las preguntas en cambio siempre son de gastronomía y cocina”, compara.
Pero no todo son reclamos. Su vida personal marcha viento en popa. “Estos dos años de casada han sido maravillosos. Cada vez mejor”, señala de su matrimonio con el chef Dabiz Muñoz (tres estrellas Michelin). El éxito internacional de su marido ha provocado que Pedroche divida su vida entre Madrid –entre semana- y Londres –Los fines de semana-. “Es cansado, pero cuando haces las cosas con gusto todo es genial”.
Por trabajo Pedroche no se queja. Su faceta como presentadora de televisión le ha abierto las puertas al mundo de la moda y hoy su rostro y efusiva sonrisa la han convertido en una de las preferidas de las marcas. “Presto mi imagen a firmas que sean como yo. Jóvenes, frescas, accesibles. Tienen que ser muy afines a mí”, explica mientras un enorme rótulo con su cara y el pelo despampanante anuncia la nueva campaña de Navidad de GHD, la firma de herramientas profesionales para el peinado del cabello. “Siempre quise aparecer en uno de sus anuncios”, comenta entre carcajadas. Después de todo, no solo de vestidos vive Pedroche.
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