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El no ya lo tienes
Columna
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DUI manchega

¿Se imaginan qué pasaría? ¿El pedazo de socavón que se iba a organizar en medio de la meseta?

alejandro ruesga (EL PAÍS)

Los manchegos no somos un pueblo reprimido, ni sojuzgado, ni colonizado, más bien lo contrario. Patricios del Estado español, así nos gusta llamarnos entre nosotros. Nuestra influencia es tan obvia que es obsceno detenerse a enumerar lo que hemos aportado, pero permítaseme dos ejemplos

1. La voz de Dar Vader es manchega.

2. El libro más famoso del mundo —aunque casi nadie lo haya leído—, transcurre en La Mancha —me estoy refiriendo a El Quijote, no a Viaje a la Alcarria—.

Los manchegos, por otra parte, nos parecemos más a los mongoles que a los andaluces. Nuestro carácter es indomable, somos culos inquietos y raro es el día en el que no sentimos la llamada de lo salvaje.

¿Las llanuras interminables? Puede que el paisaje haya templado nuestro temperamento; no es extraño que cuando te aproximas a una localidad manchega te encuentres a paisanos corriendo desaforadamente por el llano, gritando: “¡GRA! ¡GRA! ¡GRA!”. (Os recomiendo que no os acerquéis a ninguno que se halle sumido en este trance, os agarrarán por el brazo, os acribillarán a preguntas: “¿Es que has venío?”. “¿Tú de quién eres?”. “¿Qué has comío?”).

Se deduce que el manchego es feliz. Y no tienen que preocuparse, que sobre la mesa —camilla se entiende— no está proclamar la independencia, pero ¿se imaginan qué pasaría? ¿Las consecuencias que tendría una DUI manchega? ¿El pedazo de socavón que se iba a organizar en medio de la meseta? Y, por tanto, ¿el rodeo que tendrían que dar cientos de miles de españoles cuando, en su particular catábasis veraniega, quisieran llegar al litoral mediterráneo o la Andalucía oriental? Lo iban a flipar en colores, como se suele decir, porque, además, al no pasar por La Roda se tendrían que olvidar de los Miguelitos.

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