Terme de Guiu, la sonrisa de una tierra dura
La Terra Alta (Tarragona) es una comarca en la que la dureza del entorno se une a la bondad de sus viticultores para ofrecer vinos de belleza singular.
LEVADURAS Y ALBARICOQUE. Agua de uva macabea parece este vino, que es fresco y limpio, puro y lleno de luz como el cristal de roca tallado por una tierra que se movió libre durante millones de años. Nace de la sencillez y de un trabajo de empatía con las cepas. Se muestra como la cara amable y la sonrisa de una tierra alta y áspera: pera limonera y flor de la cidra. Avellanas tiernas, cogidas y abiertas, con su bizcocho al momento. Tiza y mejorana. Quienes se dedican a aprender viendo, escuchando y bebiendo a los maestros de la vid, saben que las “aulas” de Laureano Serres Montagut, el viñador de Terme de Guiu (solo es uno de sus vinos emblemáticos), están siempre abiertas. Laureano es maestro que oficia con la discreción y la rotundidad de Sileno para que todos los Bacos sedientos que en el mundo son brinquen con él en una pompa alegre y eterna.
Ficha técnica
Celler Mendall de Laureano Serres, Terme de Guiu, 2015– Vino de España, 12,65%. El viñedo (en Vilalba dels Arcs) se cultiva de forma tradicional. Solo se trata con azufre. Suelos arcillo-calcáreos para un macabeo adulto (más de 30 años) y algo de garnacha blanca, que fermentan con sus levaduras en acero y reposan otros tres meses en él. No se sulfita, ni estabiliza, ni filtra. Precio: 15 euros aproximadamente.
Sensaciones
La botella es un pozo de agua eterna porque su vino es amable, complace y está lleno de matices. Se bebe con el espíritu del niño que contempla absorto el movimiento de las hormigas.
A través del cristal
Plato de India & Pacific, esculturas de Mei Aguirre en Matèria y copa de cristal soplado a mano de Schott Zwiesel.
