Cinco motivos por los que St. Vincent es la Bowie femenina
Tres años y medio después, Annie Clark publica nuevo disco (con coros de Cara Delevingne). Una de las creadoras más importantes del pop contemporáneo
A estas alturas cabe ya preguntarse si éste ha sido un buen año para la música. De animar un 2017 sin especiales sobresaltos en lo musical (al menos si lo comparamos con un 2016 en el que Kanye West, Drake, Rihanna, Beyoncé, Solange, Radiohead o Bon Iver lanzaron disco) se ha encargado una Annie Clark, a quien todo el mundo conoce como St. Vincent. Hace apenas unos días lanzó su quinto disco MASSEDUCTION que la confirma, si es que aún lo necesitaba, como una de las creadores alternativas más geniales del momento. Un monstruoso álbum que pese a la plétora de colaboradores -Jack Antonoff, Jenny Lewis, Kamasi Washington, John Congleton- y la miríada de géneros -pop en todas sus variantes, techno industrial, glam, rock futurista- sigue sonando esencialmente a ella misma. Para celebrar el lanzamiento enumeramos algunas de las razones por las que aquí amamos muy fuerte a la texana.
1. Una auténtica camaleona
A Annie Clark a menudo se la ha considerado como la PJ Harvey de esta generación y, aunque razón no falta para compararla con esta rockera de otro mundo, parece más ajustado -y sí, también tremendamente osado- hablar de ella como la Bowie femenina. En su álbum de debut, que ya cuenta con 10 años, se le intuía un desbordante talento, pero su propuesta no dejaba de ser ese pop de cámara dominante en la época, con la singularidad de su talento como multiinstrumentista (echar un vistazo a la hoja de créditos para ver todo lo que toca ahí es abrumador). Pero de ahí St. Vincent ha ido creciendo por los lados y hacia arriba: añadiendo, con cada disco, más ambición conceptual y sonora e introduciendo sus ya arquetípicos salvajes rasgueos de guitarra. En cada LP, además, Clark ha querido interpretar un papel muy distinto: ha sido ama de casa medicada, líder de una secta del futuro para ahora cantar, al fin, en primera persona.
2. Dinamitando el machismo desde dentro
El año pasado por estas alturas los yonkis de St. Vincent ya reclamábamos nuestra correspondiente dosis. Y ella, consciente de que estaba tardando más de la cuenta en dar continuación a su álbum homónimo, ofreció una entrevista a la revista Guitar World. Más allá de los detalles que ofreció, lo verdaderamente interesante de esa aparición fue su foto de portada, en la que lucía una camiseta con una ilustración de una figura femenina en bikini, por el pasado de la publicación de sacar chicas ligeras de ropa sujetando guitarras. Ella lo describió como “crítica absurdista”, pero nosotros lo llamamos absoluta genialidad. Meses antes, y en el mismo espacio, Annie Clark también desveló los detalles de “la guitarra con espacio para pechos” que ella misma se encargó de diseñar y que ya está a la venta. Además, con sus afilados riffs, que muchos podrían considerar pura hipermasculinización, parece querer hacer una peineta a los roles de género.
3. No solo sus videoclips son la bomba… ¡también dirige cortos de terror!
No podemos dejar de mirar un videoclip como el de New York, con su entrañable surrealismo y su festín de colores, formas y texturas, o el de Los Ageless, plagado de referencias cinematográficas. Históricamente, St. Vincent siempre ha acompañado su música de imaginativos clips y, aunque ella no los dirija, está claro que mucho de su talento se traslada a la pantalla. Esto ya lo pudimos comprobar hace unos meses con XX, una antología de historias de terror dirigidas por cuatro mujeres. Entre geniales creadoras como Karyn Kusama y Jennifer Lynch también se coló Annie Clark, con un delirante cuento de comedia negra ambientado en la fiesta de cumpleaños de un niño en el que se repiten sus obsesiones surrealistas. Lo tenéis en Netflix, por cierto.
4. Durante unos meses formó la pareja más cool del mundo
Annie Clark siempre ha sido muy celosa de su vida privada, pero es inevitable que todo el mundo se entere con quién estás saliendo si tu pareja es una estrella de talla mundial como Kristen Stewart o, más recientemente, Cara Delevingne. Con la modelo londinense estuvo liada durante año y medio hasta su ruptura en 2016. Este verano, la cantante al fin habló de esa relación y reveló lo difícil que fue salir con ella por su fama y la acumulación de focos. Ambas siguen siendo grandes amigas y, de hecho, Cara aporta coros en varias canciones de este disco. Esta pieza de Buzzfeed resume bastante bien la fascinación que generó tan mágica pareja.
5. Ella vale para todo… hasta para camarera
Si ha tardado tres años y medio en sacar disco (que, de acuerdo, tampoco es tanto, pero es que le teníamos muchas ganas) tendrá que ver, entre otras cosas, con el hecho de que hace dos años decidió ayudar a promocionar el restaurante mexicano que su hermana había montado en Dallas, Resident Taqueria, haciendo ella misma de cámara. Durante un fin de semana se puso a servir mesas de la manera más espontánea, pues su única intención cuando entró por primera vez en el recién inaugurado local fue tomarse un margarita. “Se empezó a llenar y vimos que había mesas que necesitaban ser limpiadas, así que cogí un trapo y me puse a trabajar”, reveló en una entrevista. En un ámbito más de gastronomía que de hostelería, Annie Clark también puede presumir de tener su propio café, Bring Me Your Mugs (en alusión a su canción Bring me your loves).
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