Seis cosas que deberías saber sobre PJ Harvey

Ha sido uno de los ganchos del festival Primavera Sound, que ha anunciado sus cabezas de cartel en un vídeo promocional. Pero Polly Jean Harvey está de actualidad más allá de su presencia en los escenarios españoles, precisamente hoy, jueves 21 de enero, estrena el single adelanto de su nuevo trabajo. La canción sonará en la radio británica a las cinco de la tarde hora española y promete estar a la altura de su anterior trabajo -el galardonado Let England shake- . Aunque será la primera vez que suene en radio, no se trata exactamente de un estreno: la británica descubrió sus 10 nuevas canciones hace unos meses en un concierto en Londres. Aún así, el regreso de PJ Harvey nos sirve como excusa para repasar los grandes hitos de su carrera y analizar por qué estamos ante una de las grandes damas del rock. Estos son algunos de los motivos que explican su éxito.

Sus grabaciones son atípicas. La creación de este, el noveno álbum de su carrera, formó parte de una instalación artística titulada Recording in progress. Durante casi un mes, la cantante grabó el disco en el centro cultural Somerset House de Londres. De esta forma, el público podía verla trabajar a través de un cristal pero no intervenir en el proceso. No es la primera vez que Harvey innova en la forma de grabar un disco: su anterior LP fue grabado en una iglesia del siglo XIX en su pueblo natal, Dorset. Para inspirarse -el disco hablaba sobre las consecuencias de las guerras- Harvey viajó a Afganistán, Kosovo y Washington.

Su éxito nació del fracaso. A pesar de ser considerada una de las cantantes más importantes de su generación, el camino a la fama no fue directo. Polly Jean Harvey empezó en la música a finales de los ochenta como guitarrista, saxofonista y cantante de un grupo llamado Automatic dlamini. En su primera actuación, en 1991, la sala estaba vacía y una mujer le gritó que parara de cantar, que la iban a pagar igual. Posteriormente, ya como PJ Harvey, se acompañó de dos músicos: el batería Rob Ellis y el bajista Ian Oliver (después reemplazado por Steve Vaughan). Todos ellos la abandonaron tras publicar su segundo álbum, Rid of me (1993) y Harvey continuó como solista.

Ha acabado influyendo en la gente que la influyó. La música de PJ tiene influencias muy variadas, las tres más obvias podrían ser Nirvana, Nick Cave y Patti Smith (aunque ella describiría esta última comparación como “periodismo de vagos”). Cuando Harvey alcanzó la fama mundial todos ellos acabaron rindiéndose en elogios hacia su música. Kurt Cobain citó Dry, el primer disco de la artista, como uno de sus 20 discos favoritos. Patti Smith dijo que The words that maketh murder, uno de los últimos singles de PJ Harvey, la hacía sentirse “feliz de existir”. Respecto a Nick Cave, ambos acabaron colaborando en la canción Henry Lee e iniciando una relación que solo fue confirmada cuando se acabó. Cave reconoció que algunas de las canciones de The boatman's call (1997) reflejaban sus sentimientos tras su ruptura sentimental.

Iba a ser escultora. Y al final lo ha sido. Harvey sopesaba la idea de dedicarse a su otra pasión, la escultura, pero cambió de idea después de que la música se cruzara en su camino. Al final la cabra tira al monte y Harvey ha encontrado un hueco para la escultura entre disco y disco. Incluso para la pintura y la fotografía. Harvey ha conseguido complementar su música con estas otras disciplinas artísticas, como cuando participó con el fotoperiodista Seamus Murphy en un proyecto audiovisual que completaba el álbum Let England shake.

No es políticamente correcta. En sus primeros discos las letras remitían tanto a figuras bíblicas como a la masturbación o a actos de extrema violencia. Más allá de su música, su figura pública ha llamado la atención por ser poco accesible (“las entrevistas me parecen un atentado a la intimidad”, asegura) y por romper los clichés sobre lo que se espera de una cantante femenina. En la portada de su disco 4 track demos aparecía en ropa interior mostrando sus axilas sin depilar, una imágen que ha repetido tanto en su vida privada como en algún editorial fotográfico para la prensa.

Lo suyo si es reinventarse y no lo de Madonna. Los cambios de PJ Harvey no se miden por sus portadas, su look o el cambio de productor. Sus reinvenciones, que se suceden con cada nuevo disco, son en lo musical y la han llevado a aprender a tocar nuevos instrumentos y dar la vuelta a su lenguaje musical y a su prosa. Su voz también ha sufrido modificaciones según el trabajo; en el último descubrimos unos agudos inéditos en su carrera. Esperemos a ver qué nos depara este nuevo disco.