Pussycat Dolls niega las acusaciones de ser una red de prostitución

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“La verdad es que no estaba en un grupo de chicas, estuve en un círculo de prostitución. Cantamos y fuimos famosas mientras que todos los que nos poseían hicieron dinero”, este es uno de los tuits con el que Kaya Jones desvelaba que Pussycat Dolls era algo más que un grupo de música. Unas acusaciones negadas categóricamente ahora por la banda, que ha emitido un comunicado para desmentir las palabras de quien abandonó el grupo en 2005.

“Pussycat Dolls ha apoyado y apoyará siempre el poder femenino y la hermandad entre mujeres. Nos levantamos en solidaridad con todas las que han sido valientes hablando públicamente de sus horribles experiencias de abuso, acoso y explotación. Pero no podemos respaldar las falsas acusaciones hacia otros miembros del grupo participando en actividades que simplemente no ocurrieron”, asegura el comunicado emitido este miércoles por la banda, fundada a mitades de la década de los noventa prácticamente como un espectáculo de burlesque y que derivó en una franquicia que recientemente ha anunciado su reunión. Falta por saber los detalles de su vuelta, por ahora solo han abierto web y cuenta en Instagram, Pussycat Dolls anunció su disolución en 2010, así que se desconoce si van a volver todos sus miembros y lo seguirá liderando Nicole Scherzinger, hoy jurado de la edición británica del programa de cazatalentos Factor X.

“Relacionar nuestros roles profesionales en Pussycat Dolls con una red de prostitución no solo menoscaba todo lo que hemos trabajado duro por conseguir estos años, también quita el foco de los millones de víctimas que están hablado y siendo escuchadas en todo el mundo”, aseguran en la nota. Una referencia al escándalo sexual que ha golpeado Hollywood tras las acusaciones de abuso sexual de actrices, modelos y exempleadas contra el productor Harvey Weinstein. Una situación que también ha provocado una cadena de relevaciones de mujeres víctimas de abuso en las redes sociales, bajo el hashtag #MeToo, y que ha hecho que también hayan contado sus historias actrices como Reese Witherspoon o America Ferrara.

En su mensaje, Pussycat Dolls asegura que no tenían conocimiento de las experiencias vividas por Kaya Jones “en el corto período de tiempo que estuvo con nosotras, antes de firmar un contrato discográfico” [la cantante estuvo unida al grupo de 2003 a 2005, antes de que firmaran un acuerdo por 13 millones de dólares y lanzaran su álbum debut]. “Podemos testificar firmemente que no estábamos al tanto de ninguna conducta indebida ocurrida a nuestro alrededor”, sentencia el grupo. “Si Kaya experimentó algo de lo que nosotras no estábamos al tanto la alentamos por completo a obtener la ayuda que necesita y estamos aquí para apoyarla”.

Robin Antin, la coreógrafa fundadora de Pussycat Dolls en 1995, tachó de “desagradables y ridículas mentiras" las palabras de Kaya Jones, quien aseguró en una serie de tuits que tanto ella como otras integrantes del grupo fueron obligadas a acostarse con altos ejecutivos para avanzar en sus carreras. Para Antin, Jones solo quiso sus 15 minutos de fama. Aunque hay que tener en cuenta que algunas de las declaraciones de la cantante también iban contra ella, pues asegura que mientras las chicas del grupo ganaban 500 dólares a la semana Antin, a quien califica de “madre del infierno”, se hizo rica. "Pide perdón. Admite públicamente la verdad y quizá no diga tus secretos... te recomiendo de verdad que no me pongas a prueba", parece advertir Jones a Antin en uno de los últimos mensajes que ha publicado en su cuenta de Twitter.