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Una ex Pussycat Doll asegura que el grupo era una “red de prostitución”

"¡Todos sufrimos abusos! A mí me amenazaron de que si hablaba terminarían con mi carrera, o incluso mi vida”, asegura Kaya Jones

La cantante Kaya Jones, el pasado 7 de octubre.
La cantante Kaya Jones, el pasado 7 de octubre.Ethan Miller (AFP)

El escándalo sexual abierto en Hollywood a raíz de las acusaciones de abusos sexuales de actrices y exempleadas contra el productor Harvey Weinstein, ha tenido una especie de efecto rebote. Ya hay varios ejemplos. Hace unos días la actriz Blake Lively contó que consiguió que echaran de una de sus películas a un maquillador a quien pilló grabándola mientras ella estaba durmiendo en su habitación del hotel. Este lunes la cantante Björk denunciaba acoso sexual por parte de un director danés, y automáticamente las miradas se han dirigido a Lars von Trier, el único realizador de esa nacionalidad con el que ha trabajado. También ha querido contar su historia Kaya Jones, exmiembro de Pussycat Dolls que ha publicado una serie de mensajes en su cuenta de Twitter asegurando que el grupo de chicas funcionaba como una "red de prostitución".

En la serie de mensajes que compartió con sus más 166.000 seguidores, la cantante, de 33 años, asegura que mientras estuvo en la banda, en la que entró en 2003, los mánagers y ejecutivos la hacían sentir usada: “La verdad es que no estaba en un grupo de chicas, estuve en un círculo de prostitución. Cantamos y fuimos famosas mientras que todos los que nos poseían hicieron dinero”, decía el primero de los tuits.

Jones sostiene que tanto los mánagers como algunos ejecutivos de las discográficas se aprovecharon de ellas, que en aquel momento eran muy jóvenes y soñaban con alcanzar la fama. Ella revela que a cambio de hacer sus sueños realidad, algunos jefes las obligaban a acostarse con algunos hombres. La artista asegura que esta situación, además de traumática, fue la que la motivó a dejar la agrupación tres años después. Decidió abandonar “sus sueños, a sus compañeras de banda y un contrato de grabación valorado en 13 millones de dólares. Sabíamos que seríamos las número 1”, explica.

En el hilo de tuits añade que: “Trataron de silenciarnos, pero nos hicimos más fuertes. Intentaron drogarnos, pero estuvimos más lúcidas. Intentaron ponernos en la lista negra, pero los fans nos siguieron. Ya no somos niñas”. También explica que la mayoría de los artistas que sufren abusos no denuncian este tipo de situaciones porque: "¡Todos sufrimos abusos! A mí me amenazaron de que si hablaba terminarían con mi carrera, o incluso mi vida”. Unos mensajes que escribió hace dos días y por los que ha recibido un alud de apoyo que ha querido dar las gracias a sus seguidores.

Jones ha querido aprovechar el momento actual para hablar de una situación que no es la primera vez que hace pública. "En 2004 se lo dije a los ejecutivos de Hollywood, en 2005-2006 a la prensa y en 2011 lo volví a repetir. Ahora espero que quede más claro y que los medios me hagan caso", sentencia en uno de sus mensajes.

Pussycat Dolls fue un grupo creado por la coreógrafa Robin Antin a mitades de la década de los noventa, originalmente pensado como un grupo de burlesque, cuyo integrante más famoso ha sido Carmen Electra. Su primer acuerdo con una discográfica lo firmaron en 2003, justo el año en el que Jones se incorporaba al grupo. Y en total llegaron a lanzar dos discos. Pero más allá de una banda de música, se convirtieron en una franquicia y una marca global (incluso se fabricaron muñecas como sus integrantes). Al anunciar su disolución en 2009, algunas han seguido explotando el nombre con realities shows, actuaciones en Las Vegas, productos de merchandising o en sus carreras con otras bandas.

Pussycat Dolls, en una imagen de 2006.
Pussycat Dolls, en una imagen de 2006.cordon press

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