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Tentaciones
SON Estrella Galicia Posidonia

Música para salvar la posidonia

Una localización paradisíaca, un cartel secreto y la posibilidad de salvar el medioambiente mientras escuchas música y comes bien. Así fue SON Estrella Galicia Posidonia

Ir a un festival sin saber que te vas a encontrar es un auténtico acto de fe. Sin embargo, en el secreto de sumario está la popularidad del Festival Sin Sal de la isla de San Simón (Vigo). Lo único que se sabe con antelación es que como no espabiles, te quedas sin entrada. El pasado fin de semana decidieron probar suerte en el Mediterráneo y trasladaron su estilo intimista -premio de mejor festival en pequeño formato- a la isla de Formentera bajo el nombre de SON Estrella Galicia Posidonia.

Cuando dábamos por finalizado el verano, en el festival consiguieron prolongarlo: un viaje en barco hasta la isla más bonita del Mediterráneo, tres días de conciertos que eran una incógnita hasta pisar tierra, un menú elaborado por reconocidos chefs con estrellas michelín y la promesa de redescubrir Formentera mediante rutas guiadas. Y todo por una buena causa: apoyar el proyecto ecológico Save Posidonia y fomentar un turismo sostenible que respete el medioambiente. Ya lo adelantaba su márketing mánager, Santiago Miguélez: “Esto no es un festival, esto es otra historia". La organización se ha propuesto donar un 33% de la recaudación -solo 300 afortunados pudieron acceder a esta cita exclusiva- para conservar esta planta marina, el ser vivo más longevo del planeta con 100.000 años de edad.

SON Estrella Galicia Posidonia ha sido una aventura de música, naturaleza y gastronomía, en donde volvieron a demostrar su capacidad para sorprendernos. La jornada arrancó al atardecer con Christina Rosenvinge en formato acústico. Quizás la más conocida del cartel. Seguida por el folk del artista portugués Filipe Miranda – The Partisan Seed – y por la compositora y cantautora María Rodés. Y sí, otra cosa que agradecerles: en el cartel, las artistas femeninas superaban en número a los cantantes masculinos. Algo que lamentablemente no es lo habitual.

En el ayuntamiento de Formentera, el estilo rústico-popular del italiano Vinicio Capossela - junto al guitarrista Víctor Herrero sobre las tablas - cerraba el primer día de SON Estrella Galicia, en un concierto abierto para todo el pueblo. Julio Gómez, codirector del festival, lo explicaba así: “Queríamos que la gente experimentase otra Formentera a través de la música, con propuestas que realmente sorprenden por su singularidad, y para ello era necesario compatibilizar los espacios privados con otros públicos”.

Los que se perdieron las actuaciones del primer día, podían ver de nuevo a los artistas el sábado. Eso sí, tendrían que encontrarlos. Mediante walkabouts -rutas guiadas por expertos de la zona-, los exploradores descubrirían los secretos que alberga la isla: su historia, su flora, su fauna... y actuaciones en lugares tan atípicos como el Parque de Ses Salines, Sa Gavreta o Pu d’es Verro. Microconciertos únicos y al aire libre. ¿Qué más se puede pedir?

El plato fuerte del sábado llegó pasado el ocaso con el concierto de La Dame Blanche en el Blue Bar, a orillas de la Playa de Migjorn. La cubana arrasó poniendo a todo el mundo a bailar con su particular batido de hip hop y cumbia, desbordante e inimitable. Un auténtico terremoto que, sin duda alguna, fue la sensación del fin de semana. La encargada de bajar el telón a la noche – manteniendo el nivel – fue la cantante Eno Williams con Ibibio Sound Machine y un disco-funk eléctrico, ochentero y fresco que atrapa y obliga a levantarse de la silla.

En realidad, en el plato, estaba la otra prueba de que este no es un festival cualquiera. Borra de tu cabeze el recuerdo de esas hamburguesas pasadas y pizzas rancias. El menú corría a cargo de Iván Rodríguez y el equipo de Coruña Cocina, con una propuesta gastronómica de Estrella Michelín adaptada al formato festival.

El domingo comenzaba y concluía con un nuevo walkabout desde lo más alto de Formentera, en La Mola, rodeados por acantilados espectaculares, bosques y caminos romanos. Tres artistas esperaban a lo largo de la ruta y, más tarde, en la ceremonia de clausura: Raoul Vignal, con una lírica cálida y una espectacular panorámica de Formentera como fondo, Sam Lee entonando canciones folclóricas escocesas en una cueva natural al ritmo de su caja shruti india y Sole Parody acompañada de su ukelele y una voz desgarradora cantando al desamor a orillas del Mediterráneo.

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