Toni Braxton: la lucha de una estrella acosada por las deudas y la enfermedad
Los problemas financieros y de salud han ocupado más titulares que su música en los últimos tiempos. La intérprete de 'Unbreak my heart' cumple 50 años recuperada y lista para lanzar álbum en 2018
A principios de septiembre Toni Braxton (Maryland, 1967) anunciaba en las redes sociales que volvía a la música para celebrar su llegada a la cincuentena este sábado. Lo hacía tres años después de lanzar un disco a medias con el cantante y compositor Babyface y siete tras su último álbum en solitario, Pulse. Ninguno de estos títulos, ni ningún otro publicado en los últimos 15 años, ha logrado tanto éxito como los dos primeros, Toni Braxton y Secrets, con los que vendió 20 millones de copias en los años noventa. El último, de 1996, incluía la célebre Unbreak my heart, que más tarde versionaría el grupo masculino Il Divo como Regresa a mi. Durante los últimos 15 años, Braxton, una de las voces más personales de la música americana, no ha renunciado a la música pero no lo ha tenido fácil: dos bancarrotas, desavenencias con su compañía discográfica, una enfermedad crónica y el descubrimiento del autismo de uno de sus hijos han marcado su existencia.
Su actividad reciente se ha limitado a los Estados Unidos. Allí ha hecho lo posible por mantener su éxito. Sin lograrlo. Tras The Heat, de 2000, ninguno de sus álbumes ha superado el millón de copias, así que Braxton, una de las grandes estrellas del rythm and blues de los años noventa, decidió pasar más tiempo delante de las cámaras que en el estudio de grabación participando en la séptima edición Dancing with the stars, el concurso de baile con famosos, actuando en Broadway, protagonizando su propio reality show familiar, que continúa en antena. También ha escrito sus memorias y ha producido un biopic sobre su vida. Pese a toda esta actividad, solo ha saltado a las páginas de la prensa internacional por sus bancarrotas y sus hospitalizaciones, provocadas por el lupus, una enfermedad autoinmune que afecta a diversas partes del cuerpo. El corazón ha sido el órgano má afectado en su caso. Braxton hizo pública su dolencia en una entrevista en CBS News en noviembre de 2010. “En 2007 me di cuenta de que estaba enferma continuamente, cualquiera en mi entorno podría pensar que era hipocondríaca, pero no”, contó en 2015 en el programa de radio del músico Sway Calloway, con motivo del lanzamiento del biopic Unbreak my heart en el canal Lifetime Network. El lupus, sin embargo, no hizo mella en su carrera hasta su residencia en Las Vegas en 2008.
“Los médicos me dijeron que no podría volver a actuar, solo cantar una dos canciones ocasionalmente”, relató a la televisión en 2012. Cuatro años más tarde, durante The Hits, su última gira hasta el momento, hizo todo lo posible para que su dolencia no afectara a sus actuaciones. Iba directamente a las ciudades en las que actuaba desde el hospital. El 16 de octubre de 2016, posteaba en Instagram una imagen en cuyo texto aseguraba que le acaban de dar el alta y se ponía en camino a Chicago para la actuación de esa noche. Incluso actuaba con un pequeño dispositivo que monitorizaba su ritmo cardíaco, disimulado en sus llamativos trajes.
Finalmente tuvo que cancelar el resto de la gira, como le ocurrió ocho años atrás en el Casino Flamingos de Las Vegas. Entonces, la aseguradora se negó a pagar los gastos que suponía la supresión del espectáculo, alegando que no estaba al tanto de los problemas de corazón y tuvo que declararse en bancarrota en 2010.
No era la primera vez que la cantante perdía todo su patrimonio. Tras la publicación de Secrets en 1996, del que vendió 15 millones de copias en todo el mundo, demandó a Arista, su compañía discográfica por la demora en el pago de sus honorarios. Poco después Braxton, amante de las vajillas caras y coleccionista de huevos de Fabergé, no pudo hacer frente a los gastos en su vida diaria. Los medios de comunicación se hicieron eco por entonces de que incluso tuvo que empeñar sus estatuillas de los premios Grammy y los American Music Awards que había ganado, que pudo recuperar tres años más tarde.
Aquella primera vez, la solución para obtener nuevos ingresos fue grabar un nuevo disco, The heat. En 2010, sin notoriedad en las listas de ventas, recuperar su nivel económico no era tan fácil. La televisión se convirtió en su salvador. La cantante firmó un contrato con el canal de cable WE para grabar un reality sobre su familia, en 2011. Braxton Family Values se centró en la relación de Braxton con su madre Evelyn y sus cuatro hermanas, con las que había formado, a finales de los ochenta, el grupo musical The Braxtons, de corta vida, del que Toni, la mayor, se marchó al poco tiempo para emprender una carrera en solitario, seducida por las promesas de BabyFace y el magnate L. A. Reid. “Siempre he tenido un sentimiendo de culpa, pero si no me hubiera marcha, ni siquiera existiría el show”, comentó en el programa de radio de Sway Calloway en 2015. El reality se convirtió en líder de audiencia de la cadena y ha renovado cada año hasta hoy, que ha estrenado la quinta temporada. Los norteamericanos han sido testigos de las desavenencias familiares y del divorcio de la protagonista, casada hasta entonces con Keri Lewis, uno de los músicos que le acompaña desde los años noventa y padre de sus dos hijos, Denim y Diezel. "Mi enfermedad y mis problemas económicos tuvieron que ver en mi divorcio", aseguraba en 2015.
La fama televisiva que han alcanzado las hermanas ha servido para que retomen sus carreras musicales. Unas con más éxito que otras. Tamar Braxton, la pequeña, es la que más atención ha acaparado. Acaba de lanzar su segundo trabajo de estudio, Bluebird of Happiness y lo presentó en el talk show de Wendy Williams que emite FOX. Allí desveló que su hermana Toni podría haberse casado en secreto con el rapero Bryan Birdman Williams con el que sale desde hace tiempo.
La propia Braxton nunca ha querido confirmar su relación, aunque acude Birdman la acompaña a muchos actos públicos cuando no lo hacen sus hijos adolescentes. El pequeño, Diezel, fue diagnosticado con autismo a los tres años. Desde que se enteró, a mediados de la década pasada, Braxton se ha involucrado en campañas de concienciación sobre este trastorno psicológico. Hace un año aseguraba que su hijo, de 13 años, ya lo había superado. "Debo decir que sufría autismo. Somos unos padres afortunados”, anunció en el programa de NBC, Access Hollywood, en agosto de 2016. Así, después de dos turbulentas décadas, la intérprete de He wasn’t man enough proclamaba que la vida le sonríe. Ahora prepara el lanzamiento de Sex and cigarrettes, su próximo álbum del que ya ha publicado Deadwood, el primer sencillo. Regresa optimista, tras haber asegurado en varias entrevistas a lo largo de su carrera que pensaba dejar la música. Ya no, y lo manifiesta en sus redes sociales. “Vuelvo haciendo lo que amo. Sienta genial hacer música otra vez”, escribió en Twitter el viernes, un día antes de cruzar la barrera de los cincuenta.
La recordamos por…El éxito musical Unbreak my heart de 1996, que después ha sido versionado por varios artistas como Il Divo.
Momento de máxima popularidad… Entre 1993 y 2000 cuando publicó sus tres primeros discos. Fue aclamada como la voz más sensual del r&b contemporáneo.
A qué se dedica ahora... Tiene su propio reality show en una cadena estadounidense y prepara nuevo disco.
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