Dos mujeres wayuu recogiendo agua en el jagüey (balsa) en compañía de sus cabras. La escasez de agua es el problema más acuciante de Portete.En la Guajira, la mujer wayuu tiene un papel determinante como lideresa comunitaria y sostén de la cultura.Remedios Fince Epinayú fue una de las primeras personas que retornó a Portete después de vivir nueve años como desplazada en la ciudad venezolana de Maracaibo.Hasta el momento han regresado a Portete 40 familias de las 103 que se desplazaron tras la masacre.Una mujer wayuu de Portete recostada en su chinchorro junto a su hijo. En la ley wayuu, a las mujeres y también a niños, niñas y ancianos ni se les maltrata ni se les viola, ni van a la guerra ni se les expulsa de su tierra.Agustín Fince dice que lo pasó mal viviendo como desplazado en la ciudad de Maracaibo. Una vez retornado y a sus 86 años, lo primero que hace cada mañana temprano es sacar sus cabras a pastorear.En la desértica y enigmática Alta Guajira, las casas o rancherías como estas de Bahía Portete en la actualidad, son una de las señas de identidad de los wayuu.Las condiciones climatológicas adversas con la dura sequía que azota la Alta Guajira obligan a diario a ir a buscar agua al jagüey.La sequía y la falta de agua es el mayor problema para los habitantes de Portete. Un camión cisterna pasa una vez al mes por sus casas para llenar de agua sus tanques, pero afirman que con lo que dejan no les alcanza teniendo en cuenta que los wayuu son familias numerosas.Una joven mujer wayuu cocinando en su ranchería. El arroz, el pescado y ocasionalmente la carne de chivo suele ser la base de su dieta. Una mujer de Bahía Portete tejiendo una típica mochila wayuu. Tejer es una de las actividades más habituales de las mujeres wayuu y los chinchorros que elaboran –hamacas–como el de la imagen, una de las artesanías más apreciadas de Colombia. Peajes improvisados de unos niños en la vía que pasa por Portete en dirección a Punta Gallinas, uno de los lugares que ha despertado el interés de los viajeros que visitan Colombia y la Guajira.La reciente declaración de Bahía Portete como parque nacional es vista por la comunidad retornada como una forma de blindar su territorio y de conservar sus tradiciones. Vista parcial de la bahía de Portete en la Alta Guajira, a unos tres kilómetros de Portete y donde sus pobladores van a pescar o bañarse. Las ruinas de la casa de Portete donde vivían Diana y Rosa Fince, dos de las mujeres víctimas de la masacre. Ese día, los paramilitares saquearon y destruyeron decenas de casas de Portete.
