El problema del agua
Cada año nos encontramos con dos problemas contrapuestos: riadas e inundaciones en meses invernales y sequía y falta de agua en meses estivales. Está claro que se necesita una política de consenso, quizás mediante un plan de interconexión de cuencas (PIC) que a la vez que destina dinero en infraestructuras en regiones donde se producen excesos de agua, evitando inundaciones, desvía dicha agua a pantanos y embalses para tiempos de sequía. No es algo nuevo. Las limitaciones medioambientales serían mínimas. El concepto es que a la vez que se evita un daño, se crea una reserva hídrica que beneficia al país. Urge dejar de emplear el agua como arma electoral y firmar un pacto de consenso.— Ignacio Ayala de la Peña. Murcia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.