Mira quién habla
Bebés y Signos es una plataforma que quiere enseñar a comunicarse a los padres con sus hijos
Noelia Martín Durán nació en Salamanca hace 34 años, y algo más de dos décadas después se licenció en Criminología, es directora de seguridad e hizo un máster en prevención de riesgos laborales. "Pero soy mamá de un chiquitín muy intenso y un día me puse a investigar cómo podía hacer que mi relación con él fuese mejor", explica. Fue entonces cuando Martín, dedicada a la seguridad hasta ese momento, se embarcó en Bebés y Signos, una plataforma web dedicada a la enseñanza de otra forma de comunicación con los bebés.
Bebés y Signos
Fundador: Noelia Martín, directora de segurida, 34 años
Estado: En desarrollo.
Localización: Salamanca.
Ámbito: Educación.
Idea: Plataforma.
Martín cuenta cómo se dio cuenta de que no podía esperar a que el niño tuviese tres o cuatro años para que pudiese expresar lo que le ocurría. En menos de dos días aprendió 100 y comenzó a enseñárselos a su bebé (hoy el niño ya tiene cinco años), que en algo menos de dos meses ya hacía 50 signos. "Pasó de ser un crío que lloraba constantemente a no llorar nada". Perdió la cuenta una vez que el niño ya había aprendido 250. "Cuando empiezan a adquirir el habla ya no los necesitan, esto es un puente para ese periodo en el que todavía no lo hacen y puede empezar a enseñarse a partir de los seis meses, que es cuando empiezan a sentarse solos, a tener visión horizontal y a coger cosas con las manos".
Esto, cuenta, no es ninguna novedad: "En Estados Unidos lleva poniéndose en práctica desde 1980". Martín comenzó siendo instructora en Cinco Deditos, un campus para bebés en el que se enseña inglés, signos y se juega a la vez que se crece. "Allí nos dejaron volar y vi la oportunidad de dedicarme a lo que me pedía el cuerpo, que era seguir ayudando a las familias a través de los cursos presenciales que hacía, veía cómo les cambiaba la vida porque entendían a su bebé".
Martín ahora tiene visión internacional para su proyecto: "Tiene un nivel inmenso y global a nivel social". Y asegura que, además del propio lenguaje de signos, este método tiene un gran potencial para enseñar otros idiomas. "He visto que los signos hacen de traductor simultáneo. Cuando les hablas tienen que procesar, pero al usar los signos, lo entienden a la primera y lo aúnan a la primera". Explica que ya lo ha comprobado con el inglés, pero que también le ha sucedido con algunas familias a las que ha dado cursos en Cataluña y País Vasco con sus respectivas lenguas.
Su proyecto, la plataforma web, que está ahora en desarrollo, se completará con otra serie de actividades: cursos presenciales, talleres, un libro ilustrado, una aplicación móvil, un robot e, incluso, una serie de dibujos animados. "Son muchas cosas, que irán llegando poco a poco".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.