Dos miembros del clan Kennedy, detenidos por alteración del orden público
Max Kennedy y su hija se negaron a bajar la música en una fiesta de su casa de Cape Cod
Como cualquier día de verano, hubo fiesta el sábado por la noche en casa de Max Kennedy en Barnstable, en Cape Cod, un rincón de la costa de Massachusetts, destino de vacaciones de acaudaladas familias estadounidenses y vinculado al clan Kennedy desde hace décadas. La reunión acabó de la peor forma: Max Kennedy, 52 años, y su hija Caroline, de 22, fueron detenidos y acusados de alteración del orden público, según publicó el periódico digital CapeCod.com.
Ya de madrugada los vecinos llamaron a la policía para protestar por el ruido que llegaba de la casa de Max Kennedy, el noveno de los 11 hijos de Robert y Ethel Kennedy. Según relató el sargento de policía Sean Sweeney, los agentes que acudieron al lugar, en el número 172 de Irving Avenue, pidieron que bajaran la música. No les hicieron caso y fueron detenidos.
Padre e hija fueron trasladados a dependencias policiales, donde tras ser identificados fueron puestos en libertad sin fianza. Ambos se enfrentan a las acusaciones de violar la normativa de ruido de Barnstable y de alteración del orden público.
Cape Cod suena a clase alta, famosos y dinero. En esta lengua de tierra que se adentra en el Atlántico y en las islas cercanas de Nantucket y Martha’s Vineyard tienen mansiones Bill Murray o Meg Ryan, y alquilan casas los políticos que huyen del calor de Washington, como hizo durante su estancia en la Casa Blanca Barack Obama buscando un sitio tranquilo para jugar al golf. Hyannis, dentro de los límites de Barnstable, es parte de la historia del clan Kennedy. Fue el lugar de veraneo elegido por el patriarca Joseph Kennedy en los años 20 del siglo XX y los miembros del clan siguen pasando sus vacaciones en la zona.
Max Kennedy, abogado de profesión, es autor del superventas Make Gentle the Life of This: The Vision of Robert F. Kennedy, un libro dedicado a la figura de su padre, asesinado en 1968.
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