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El músico que se inspiró navegando solo mientras leía a Joseph Conrad

El vocalista de Bombay Bicycle Club, Jack Steadman, inicia una nueva aventura musical bajo el nombre de Mr Jukes

Javier Marmisa
Jack Steadman espera el autobús metido en un cuadro de Hooper.
Jack Steadman espera el autobús metido en un cuadro de Hooper.

La imagen de Jack Steadman (Londres, 1990) es un reflejo de su personalidad. Introvertido y relajado. Lo tiene todo bajo control, o eso aparenta. Pulcro y sobrio en su vestir, apuesta por tonos uniformes y pantalones pesqueros. La camisa perfectamente planchada y con todos los botones abrochados. No usa calcetines. Gafas redondas, sonrisa nerviosa y los ojos muy abiertos en las fotografías. Tres cosas han cambiado en su vida en el último año y medio: su nombre artístico, ahora canta en solitario y se ha rapado: “Volaba a Nueva York con un amigo, habíamos tomado unas cuantas copas y le dije: ‘Cuando lleguemos al hotel quiero que me afeites la cabeza’. Fue todo improvisado”, comenta al otro lado del teléfono.

Este músico de voz profunda y aterciopelada es más conocido como el vocalista de Bombay Bicycle Club, una banda que nació en el instituto y se codeó junto a otras de su escena como Foals, Two Door Cinema Club y Foster The People. Una alternativa al cabeza de cartel del festival de turno que pasaría a convertirse en banda de culto para muchos en pleno éxtasis indie a principios del siglo XXI.

Lo último de su banda fue el premonitorio So Long, See You Tomorrow (2014). El 29 de enero de 2016 anunciaron a través de su cuenta de Twitter un parón y una nueva apuesta por proyectos individuales. Se ha pasado al jazz y al soul -la música con la que aprendió a tocar- con arreglos vocales, sintetizadores y bases R&B. Necesitaba empezar de cero. “Quería alejarme del pasado. Cuando pienso en mi nombre, pienso en Bombay Bicycle Club, en música con guitarras. No quería que nadie pudiera relacionarlo y me pareció interesante apostar por un alter ego”.

Mr. Jukes nació en alta mar, cuando Steadman navegaba en solitario por el océano Pacífico. “Era una escena tan única que pienso en ella todos los días. Miraba alrededor y no había nada. Solo el horizonte”. Estaba leyendo Tifón (1903), de Joseph Conrad, y se identificó con uno de sus personajes. “Es el segundo de a bordo en una situación bastante peligrosa. Me gustaba porque me recordaba a mi nombre, pero también porque no estaba al cargo. No quiero ser el capitán de todo en mi vida. Me gusta pedir consejo a los demás. La música en solitario tendría que ser siempre así. Johnny Cash colaboró con Rick Rubin y el resultado es una obra maestra”. Apenas canta en la mitad de su disco, como si buscase apartarse de los focos. “Ha sido una decisión consciente. Quería dar un paso atrás y solo ser un productor y colaborar con otros artistas”.

A su barco han subido figuras destacadas como BJ The Chicago Kid (Angels/Your Love), Lianne La Havas (When Your Light Goes Out), Lalah Hathaway (From Golden Stars Comes Silver Dew), o De La Soul y Horace Andy (Leap Of Faith); pero hay una que le marcó por encima del resto: Charles Bradley (que falleció en septiembre de 2017), que interpreta Grant Green. “Es una de las personas más interesantes y adorables que he conocido en mi vida. Vino al estudio, se aprendió la canción en unos 20 minutos y lo dio todo. Nunca en mi vida he visto tanta energía y potencia en una voz. Y cantó tanto y con tanta energía que básicamente se desplomó en un sofá. Parecía que acaba de correr un maratón”. Era un total desconocido para todos ellos. Ni Mr. Jukes ni Jack Steadman ni Bombay Bicycle Club. “El poder de la música fue lo que les atrajo. Ha sido una experiencia increíble”.

En plena era digital, con más información que nunca al alcance de la mano, plataformas como Spotify o YouTube viralizando música al instante y con las redes sociales documentando cada movimiento, podría parecer que el anonimato es una quimera en el mundo de la música. Pero para él no. “Aunque mi música sea popular, mucha gente no me reconocería por la calle. Para mí es muy importante en mi vida ser una persona normal y poder hacer lo que quiera”.

En uno de esos paseos por Londres, donde reside, Steadman se dio de bruces con el que sería a la postre el nombre de su primer álbum en solitario: God First. “Es un sitio real. Es un salón de belleza de aquí y me enamoré de su escaparate (inspiró la portada del disco). También me gustó este título porque he estado escuchando mucho jazz espiritual como el de John Coltrane, de los sesenta y setenta, donde todo giraba alrededor de una conciencia superior. Y también me hace pensar acerca del soul: qué lo hace tan especial y por qué guardas esa música en el fondo de tu corazón. Se parece mucho a la espiritualidad de la gente. Sabes que es difícil de explicar, pero también que está ahí y que existe”.

Con Steadman o Jukes no se sabe dónde empieza el personaje y acaba la persona. Parece no dudar nunca. “Fuera del mundo de la música puedo ser bastante tímido. Pero en cuanto entra en juego la música, sé lo que estoy haciendo y tengo mucha confianza. Creo que es una cuestión de experiencia, en realidad. Creo que mucha gente no sabe que llevo haciendo esto 15 años. Ya componía con 12. Si llevas haciendo algo tanto tiempo, seas un marinero o un mago, tendrás seguridad”. Su mejor momento en esta aventura fue a bordo de aquel barco en pleno Pacífico escribiendo Typhoon, homónima de la obra de Conrad, quien ha acabado bautizando su renacimiento artístico.

Dice que la mejor forma de disfrutar su música es bailando y sudando. “En un bar oscuro y que haga mucho calor. Con un escenario grande porque mi banda es de nueve personas. Seguro que tenéis alguno así en Madrid”.

Ahora mismo la mejor escena de jazz en el mundo está allí”. Su agenda para el próximo año está repleta de citas, pero promete visita a España. “Será en un festival y preferiblemente uno pequeño. Es el espacio ideal para este disco y nuestra banda”.

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Artista: Mr Jukes.


Estudio: Universal (2017).


Formato: CD y vinilo.


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Sobre la firma

Javier Marmisa
Redactor de vídeo especializado en Cultura. Empezó su trayectoria en EL PAÍS en 2015. Ha trabajado en el diario AS, Europa Press y en medios digitales. Es graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y Máster en Cultura Contemporánea por el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset.

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