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Tentaciones

Vivienne Westwood prefiere que compres menos ropa

Hablamos con la diseñadora británica que le da la vuelta al lema punk para pelear por un mundo más verde y más justo

Puede que Vivienne Westwood (Inglaterra, 8 de abril de 1941) diera forma a la estética punk —las crestas, los imperdibles, las camisetas rotas, los pantalones de tartán escocés, los collares de perro... son cosa suya— hace más de 40 años, pero su espíritu rebelde y contestatario sigue intacto. Sólo así se explica que, durante la presentación de una feria de moda a la que ha sido invitada como embajadora, agarre el micrófono y lo primero que diga sea: “Hay que comprar menos”. O que, durante la entrevista que concedió a Tentaciones, de forma inopinada, al ser preguntada por Donald Trump, ponga a caer de un burro al santo en vida y Premio Nobel de la Paz Barack Obama: “Él y Trump son lo mismo para mí”.

Genio y figura.

Estamos en la capital de Alemania, donde hemos sido invitados por Zalando a la presentación europea del Festival de Moda y Cultura Bread&Butter, propiedad de la plataforma online de venta de ropa y que se celebrará del 1 al 3 de septiembre en el Arena Berlin. Nos han concedido quince minutos de entrevista con la diseñadora. Previamente hemos tenido que enviar el cuestionario para su aprobación. El encuentro se desarrolla en la suite de un hotel cool (muy cool) de la capital alemana. Un séquito de no menos de cinco personas acompaña a la señora Westwood. La ex del tunante Malcom Mclaren es hoy una septuagenaria de aspecto frágil que nos recibe con un firme apretón de manos y una cálida sonrisa. Va maquillada de forma extraña y viste un jersey de punto al que se le descuelgan constantemente las mangas, que vuelve a subir distraídamente. Tiene unos ojos claros fascinantes, hipnóticos, abisales (?). Durante la charla no deja de sorber lo que suponemos que es té.

En los años 70 con Malcom McLaren posando con las claves estéticas punk que ella misma creó
En los años 70 con Malcom McLaren posando con las claves estéticas punk que ella misma creó

Tentaciones hubiera querido preguntarle por el punk, por su ex marido Malcom McLaren, por Sid Vicious y Johnny Rotten, por los New York Dolls, por aquella mítica boutique del 430 de King's Road llamada sucesivamente Let It Rock, Sex, Too Fast To Live Too Young To Die, Seditionaries y World's End, por la cultura Teddy Boy y por la parafernalia BDSM y por la estética pirata que tanto le inspiraron, por la New Wave, por aquellos desfiles revolucionarios suyos de los 80, por el día que acudió sin bragas a recoger la Orden del Imprerio Británico, por la estética de Agent Provocateur, la marca de lencería kinky de su hijo, por… Pero Vivienne Westwood, hoy, tiene una misión sagrada que es el activismo ecológico y, preguntemos lo que preguntemos, sólo quiere hablar de ello (lo que, bien mirado, aunque frustre ligeramente a este plumilla y, quizás, a alguno de sus benditos lectores, no está mal para la salud de este achacoso, calenturiento e injusto planeta).

"El sistema financiero es malvado, hace ricos a unos y pobres al resto"

¿Por qué está hoy usted aquí, Dama Vivienne Westwood?

El lema de esta edición es BOLD [además de “negritas”, significa “destacado”, “llamativo”, “audaz”, “osado”] y la razón de que me llamaran es que ellos piensan que soy BOLD. Normalmente no me embarco en este tipo de cosas porque soy una activista y ahora mismo estoy muy centrada en lo que sucede en Gran Bretaña. El sistema financiero imperante es malvado, se basa en el uso de combustibles fósiles, hace ricos a unos pocos y hace pobre al resto de la gente, y esta situación está generando muerte, además de provocar el cambio climático y una economía de guerra. Estoy aquí para decirle a la gente, “Si no lo habéis hecho ya, ¡cambiad a energías renovables!.

¿Hoy por hoy, es usted más activista que diseñadora o fifty-fifty?

Soy las dos cosas, cambio de una a otra, trabajan juntas. Uso la moda a favor de mi activismo y el activismo me permite no tener que estar hablando de ropa todo el tiempo. Durante las entrevistas puedo cambiar a otros asuntos como el cambio a energías renovables y eso. Y en mis desfiles siempre hago cosas poniendo el foco en el activismo para que se hable de ello.

La diseñadora en bicicleta, su medio de transporte favorito, en el que se desplaza siempre que puede.
La diseñadora en bicicleta, su medio de transporte favorito, en el que se desplaza siempre que puede.

Si los que mandan no quieren cambiar, ¿qué hacemos?

He identificado al enemigo, es el sistema financiero en sí mismo, tiene que cambiar, y el cambio es hacia la economía verde. La desigualdad, el cambio climático, la guerra... a esta gente les importa una mierda. El problema son los Trumps del mundo, los Obamas del mundo. Obama y Trump son lo mismo para mí. Obama ha causado tanta guerra y destrucción durante su mandato, no es el santo que nos pintan, gestionó el sistema financiero corrupto, las armas nucleares se duplicaron durante su mandato, la guerra en Libia se demostró innecesaria... La diferencia es que Trump lo dice por televisión, pero a Obama no le importó matar civiles en India, es horrible.

¿De qué está más orgullosa de toda su larga y fructífera carrera?

Allá donde voy hay un montón de gente diciéndome lo mucho que me quiere, tengo un prestigio increíble... Pero de lo que estoy muy orgullosa es de haber permanecido fiel a mí misma, es algo que me hace feliz. Soy habilidosa con mis manos, tengo un buen cerebro, soy buena analizando cosas y también comunicando cosas, y he usado estos talentos para ser fiel a mí misma.

¿Está de acuerdo con los que la consideran una de las figuras más importantes del mundo de la moda?

No, pero creo que mi marido sí piensa que he hecho grandes cosas. Y yo pienso que él es el mejor diseñador de moda el mundo, mi Andreas".

"Mi Andreas" —lo dice con tal ternura que uno siente hasta envidia— es el austríaco Andreas Kronthaler, su marido, once años menor, al que conoció mientras que ella daba unas clases, precísamente en Berlín, en las que él era su alumno, y que está totalmente implicado en la parte creativa de la firma.

Durante una manifestación por el cambio climático junto a un grupo de modelos.
Durante una manifestación por el cambio climático junto a un grupo de modelos.

Durante la entrevista, la diseñadora británica, una mujer muuuuy leída, menciona la Poética de Aristóteles como fuente de inspiración. "Me voló la cabeza, la claridad con la que explica las cosas de forma tan maravillosa... Lo que dice Aristóteles es que la felicidad sucede cuando te conviertes en tí mismo, cuando vives tu vida y aprovechas tu potencial". También menciona la obra el escritor nigeriano Chinua Achebe —"brillante", dice— así como el Tao y la poesía china: "El monoteísmo es una putada, el Tao es diferente, dice que tu vida no te pertenece, que no te preocupes, que te limites a lidiar con tus circunstancias. Es una cosa maravillosa para vivir la vida".

Finalmente hemos consegido estirar el cuarto de hora pactado hasta los 20 minutos, pero la entrevista toca a su fin y Vivienne —al fin y al cabo ya tenemos cierta familiaridad— nos despide con cordialidad.

Esa tarde, durante el evento de presentación del Bread&Butter —en la que estará acompañada de otros bolds como Jefferson Hack (ex de Kate Moss y editor de Dazed&Confused), la modelo Adwoa Aboah o el diseñador Fergus Purcell, entre otros— la Dama Westwood aparecerá con un vestido granate y unos zapatos de taconazo del mismo color. En cuanto agarre el micrófono, y tras una cerrada y larga ovación (la gente, literalmente, la adora), dirá: "Estamos en un momento en el que tenéis que que hacer una elección. Y la mitad de la humanidad no la ha hecho, se limitan a consumir cosas y opiniones. Elige no comprar mucho: compra bueno y haz que te dure".

Palabra de Westwood.

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