Habitar la fachada
Un edificio de viviendas levantado por ODA Architecture en Nueva York plantea mejorar la calidad de vida en los bloques urbanos convirtiendo la fachada de los edificios en un elemento de tres dimensiones
Los habitantes del 2222 de la calle Jackson, en el Lower East Side de Manhattan, habitan la fachada de su edificio. El estudio ODA arquitectura, fundado hace una década por el arquitecto de origen israelí Eran Chen, el norteamericano Christian Bailey y la japonesa Ryoko Okada tiene hoy más de 70 empleados y se ha especializado en interpretar la estricta normativa urbanística de la ciudad de Nueva York. Eso es este edificio de seis plantas y cuatro más para áticos: una interpretación en la que diversos módulos voladizos retranquean fragmentariamente la fachada buscando amentar la iluminación natural, cuidando esmeradamente la luz y las vistas para sus habitantes.
“El edificio está diseñado de dentro hacia fuera. Módulos de cuatro metros de ancho alojan los estudios y esa medida se multiplica por dos o tres módulos en los apartamentos de dos y tres habitaciones”, explican. Los módulos en voladizo de 2,1 metros sobre la fachada también rompen la monotonía, deshacen el carácter rotundo de las geometrías simples en grandes tamaños y añaden expresión al inmueble.
“El enfoque modular no sólo permite una mayor flexibilidad en las plantas, simultáneamente proporciona un proceso de construcción de fácil ejecución”, apuntan también los arquitectos. “Al proponer el retranqueo del plano de fachada desde el nivel del suelo el edificio carece de desfases de estructura o sistemas mecánicos con la consiguiente reducción del presupuesto de la obra”. Se trata de un inmueble construido enteramente con hormigón en el que la fachada y la estructura fueron levantadas paralelamente”.
Como resultado del retranqueo y la modularidad, 30 terrazas superpuestas en voladizos hacen que el edificio disponga de un 13% más de área exterior en relación con la exposición solar y el acceso a la luz natural de los inmuebles de su tamaño. Es cierto, en muchas ciudades la normativa es cada vez más estricta. Está en mano de los arquitectos más ingeniosos saber lidiar con ella para beneficiar a los inquilinos y también a las ciudades.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.