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Las minas de mármol de Miguel Ángel Situadas en los Alpes Apuanos de la Toscana, artistas como Auguste Rodin, Henry Moore, Joan Miró e Isamu Noguchi han utilizado la piedra caliza del monte Altissimo para sus esculturas A lo largo del tiempo, artistas como Auguste Rodin, Henry Moore, Joan Miró e Isamu Noguchi han utilizado el mármol del monte Altissimo para sus esculturas. ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS) El autor de la Capilla Sixtina lo consideraba más precioso que el de la cercana Carrara, donde había obtenido el mármol para algunas de sus estatuas más famosas. Con la bendición del papa León X, Miguel Ángel diseñó un sendero que lograba que bloques de mármol blanco bajaran de la montaña para ser transportados hasta Florencia para ser utilizados como decoración de la fachada de la iglesia de San Lorenzo. ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS) Las autoridades florentinas concedieron a Miguel Angel el derecho de tomar tanto mármol como él quisiera de Altissimo -que en italiano significa "más alto" y "Dios"- para su uso para el resto de su vida. "Hay suficiente aquí para extraer hasta el Día del Juicio", escribió a un contemporáneo. ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS) Después de años de trabajo para trazar un camino, el papa León, relevó a Miguel Ángel de su comisión y el proyecto fue abandonado. ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS) Hoy en día, las canteras de Altissimo, de 1.589 metros de altura, en los Alpes Apuanos de Italia, zumban con el tipo de actividad que ni siquiera un genio como Miguel Ángel pudo haber previsto. ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS) Las modernas técnicas de corte y extracción han producido un paisaje surrealista, similar a algunas pinturas cubistas, una serie vertiginosa de escaleras al revés y estructuras de cubos de azúcar mirando hacia el cielo. "La tecnología primitiva consistía en trabajo humano y bestias de carga", dijo Franco Pierotti, director de extracciones. ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS) Antes de que comience la extracción, los expertos conocidos como 'tecchiaroli' se cuelgan de cuerdas desde los lados de la montaña y recogen con barras de hierro puntiagudo para quitar piedras sueltas que podrían caer y lastimar a los trabajadores en las fases posteriores de la extracción. ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS) En los tres siglos siguientes a la época de Miguel Ángel, las canteras de Altissimo pasaron por ciclos de abandono y redescubrimiento. ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS) En 1821, Marco Borrini, un terrateniente local, se asoció con el francés Jean Baptiste Alexandre Henraux para iniciar una nueva empresa, un proyecto que ha estado activo en la zona desde entonces. ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS) La empresa trajo nueva vida a la zona económicamente deprimida, empleando a centenares de canteros, cuadrados, hombres de trineo, cortadores de piedra y conductores de carro, que guiaron trenes de bueyes. ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS) En el siglo XIX, los zares de Rusia eligieron el mármol de Altissimo para la construcción de la catedral de San Isaac, en San Petersburgo y, más recientemente, se utilizó en la Gran Mezquita Sheikh Zayed en Abu Dhabi. ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS) Hoy en día, la empresa Henraux es propietaria de toda la montaña, emplea a unas 140 personas y extrae mármol de cinco canteras activas. ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS)