El toro y la dehesa
La cría del toro bravo es un ejemplo de gestión para la conservación del medio ambiente, ya que gracias a este animal se cuida el entorno natural de su hábitat evitando la tala indiscriminada de árboles en la dehesa, favoreciendo la biodiversidad de la flora y la fauna autóctonas. También contribuye a la lucha contra el cambio climático, ya que la dehesa con su vegetación se convierte en un sumidero de CO2 y una productora de oxígeno. La presencia del toro bravo evita el furtivismo y limita la presencia del mayor depredador del planeta: el ser humano. Es una barrera frente a los incendios por la limpieza del matorral, por la constante vigilancia del ganado y por las características de sus cerramientos, que dificultan la formación y propagación de los mismos. Y además el toro bravo es el principal protector de animales en peligro de extinción como el lince ibérico, el lobo ibérico o la cigüeña negra.— Mario Suárez. Cádiz.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.