El grupo que prefirió vivir en un coche para triunfar en la música

Ellos titularían esta entrevista como ‘la vida fácil’. Ellos, que prefirieron el arte como escapatoria de la vida, pero que para ello han pagado el peaje de estar viviendo en un coche porque no podían pagar el alquiler o pasando droga para subsistir. No va con ellos el rollo estrellita, ni pretenden ocultar la cara B que puede llegar a tener un grupo emergente. Los escenarios tienen ese componente adictivo pero también pueden parecer rings de boxeo en los que se ha de ganar teniendo una única táctica: la música. Y no siempre es fácil. Ellos son La Plata, el grupo que te hace viajar a la Valencia de los años 90 con su sonido.

“Es una situación que hemos elegido nosotros, todos teníamos un trabajo pero decidimos escoger la música. No es nada malo, simplemente es lo que hemos elegido”, dice Diego al teléfono, uno de los cinco componentes de La Plata. Dice que ahora es el momento de poder pasar hambre y por determinadas situaciones que la carne joven soporta mejor. Tiene 23 años. Es cierto que no han eliminado del horizonte la posibilidad de vivir de la música. ¿Y cuando consigáis estabilizaros viviendo de ella no perderá para vosotros la magia? “No, simplemente podremos comprar más instrumentos”, ríe. Parece que sí es posible hacer las cosas ‘por amor al arte’.

La Plata tiene una naturalidad aplastante para hablar de vértigos. Quizás como consecuencia de que, como ellos dicen, no hacen nada por educación. Es más, afirman que “el respeto está muy bien, pero que hay muchas cosas que hay que empezar a no hacer”. ¿Por ejemplo? “En este proyecto queriamos acabar con la sobremasculinización que parece predominar en todas las bandas y por la que tienen que mostrarse muy fuertes en el escenario.” Saliendo del escenario, el otro lugar que parece acompañar a la banda son las habitaciones. De hecho, dos de las tres canciones que forman su EP, fueron compuestas en una habitación, en Alicante. “Me quedé encerrado toda una mañana. Tenía poca batería en el móvil y me acuerdo de que lo encendía de vez en cuando para ver si alguien daba conmigo. Y así fue como surgió la canción”, recuerda Diego.

Son tres los temas que defienden en su EP disponible únicamente por 2 euros: Un atasco, Esta Ciudad y La Luz. Todos ellos tienen en común que son los primeros temas que compusieron y que fueron hechos a la vez. Tienen un aire melancólico y una carga personal muy fuerte. Explica que “todas son de la misma época, una etapa en la que me rodeaba gente muy loca. Era una vida llena de excesos y con mucha intensidad”. ¿Ya se acabaron los excesos? No. Sin embargo, incluso con la experiencia personal abanderando y con la intensidad con la que parecen vivir la banda valenciana, en sus letras tratan de escapar del romanticismo. ¿El motivo? “Ahora mismo el romanticismo es peligroso. Preferimos apoyar otros movimientos con más fuerza en la actualidad como el feminismo. El amor romántico se está viendo como algo peligroso y posesivo ahora mismo”, dice.

Definen su sonido como pop, por el simple hecho de que “esta cultura convierte en propio algo que ya existía”, dice. Si tuvieran que elegir un instrumento que los definiera sería el bajo. Sonido guitarrero, grito canalla. La Plata no se alejan de ningún tipo de excesos, no quieren, no ceden. La música para ellos es sólo un medio para hacer arte, que es a lo que aspiran independientemente de cuál sea el precio.