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Tentaciones
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PLANES

Por qué la comida 'eco' es algo más que una moda

No llevan conservantes ni pesticidas, Gwyneth Paltrow es su mayor embajadora y además respetan a los animales y el medio ambiente. ¿Se nos va a pasar la fiebre por los alimentos 'eco' o deberíamos montar un huerto en casa?

Los caminos foodie son inescrutables. Un día el aguacate deja de ser una extravagancia para convertirse en una plaga que sirven en todos los restaurantes, hacemos cola para comer un bol de cereales o el gin tonic acaba siendo sustituido por el vermut. A la gastronomía cuesta pillarle el ritmo, pero si tenemos que elegir una tendencia indiscutible, esa es la fiebre por los productos ecológicos. ¿Estamos ante una moda efímera o debemos montar un huerto en casa? Lo cierto es que en los últimos años, los alimentos eco se han colado en nuestra despensa. Repasamos los motivos de este boom.

1. Ningún animal sufrió daños

Olvídate de las escenas que proyectaría Morrissey en uno de sus conciertos a grito de Meat is murder. A diferencia de otros sistemas de producción donde los que los animales no ven la luz del día, en las granjas ecológicas el ganado crece en (casi) libertad y con unas condiciones de vida dignas para potenciar su desarrollo y evitar el estrés. Tampoco se utilizan hormonas para que produzcan más.

2. No son tan caros

Con embajadoras como Gwyneth Paltrow o Michelle Obama, es normal pensar que estamos ante algo prohibitivo. Y nada más lejos de la realidad. Ya no es difícil encontrar en cualquier supermercado una sección de alimentos 'bio' que llevarte a casa por un precio asequible. La demanda es cada vez mayor y por suerte, las marcas también comparten esta filosofía.

3. Son muy saludables

Ahora que está de moda volver a hacer las cosas de forma artesanal, los alimentos ecológicos se consiguen de la forma más primitiva. No utilizan conservantes, ni colorantes, y tampoco antibióticos, fertilizantes químicos o pesticidas. De este modo, conservan más nutrientes, vitaminas y antioxidantes que nuestro cuerpo asimila mejor. Un buen ejemplo es Vrai, la marca especializada en yogures y postres ecológicos, cuyo nombre (verdadero, es castellano) es una declaración de intenciones. Sus orígenes se sitúan en los años 50 en Francia, pero ese saber hacer tradicional continúa ahora en su fábrica de Murcia. Es allí donde elaboran todos sus productos con leche ecológica de vaca, cabra, oveja y soja ecológica.

4. Son ecológicos de verdad

Aunque estemos acostumbrados a comer fresas o naranjas en cualquier momento del año, no es lo normal. Los productos ecológicos son de temporada, es decir, que se dan en su estación natural, no necesitan aditivos para su conservación posterior y son más ricos en nutrientes. Además, la etiqueta eco se mira con lupa: al menos el 95% de sus ingredientes debe provenir de la producción ecológica, y el resto debe justificarse. Tienen que aprobar controles muy rigurosos y deben contar con certificados oficiales en todas sus prácticas, regulados por la Unión Europea.

5. Respetan el medio ambiente

Cuidar el planeta y conseguir un consumo sostenible son dos de los grandes objetivos de estos productos. Reducir la contaminación del agua y el aire supone evitar riesgos para nuestra salud y un compromiso con el futuro, luchando contra el efecto invernadero y logrando una mayor eficiencia energética con el uso de fuentes renovables. Además, la agricultura ecológica fertiliza la tierra y frena la desertificación; favorece la retención del agua y no contamina los acuíferos; fomenta la biodiversidad; respeta los ciclos naturales de los cultivos; favorece la biodiversidad y el equilibrio ecológico; potencia la fertilidad natural de los suelos y la capacidad productiva del sistema agrario; recicla los nutrientes incorporándolos de nuevo al suelo como abonos orgánicos; y utiliza de forma óptima los recursos naturales.

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