Cambiar las leyes
El caso de una señora que ha padecido el problema de los okupas hace temblar al más pintado. En noviembre volvió a su casa tras unas vacaciones en el extranjero y se encontró con la desagradable escena de tenerla ocupada. Hasta que la justicia ha logrado el desalojo de los okupas han pasado seis meses, ya que hasta mayo no han podido disponer de su casa. Y ¿en qué condiciones la encuentran? Se habían llevado los muebles, la nevera, la encimera... todo. Bueno, me dejaba un pequeño detalle: los okupas se fueron antes de que los echaran, por eso se llevaron todo lo que quisieron. Estamos totalmente abandonados por la justicia. En este asunto, las leyes o no existen o las están elaborando ahora. Hay que lograr que todo el mundo tenga casa donde vivir, pero no de este modo. O ponen leyes que protejan a los que actúan legalmente o esto se pondrá feo.— María Elisa Aragonés Domènech. Tarragona.
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