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Blogs / Educación
Escuelas en red
Coordinado por Rodrigo J. García

Un punto de 'no retorno'

La primavera del aprendizaje ha llegado y la institución escolar no se ha enterado; o, en el mejor de los casos, le cuesta hacerlo como debiera (Fernandez Enguita, 2016)

Fotograma de la vídeo instalación Incoming, 2015- 2016.
Fotograma de la vídeo instalación Incoming, 2015- 2016.Richard Mosse/Jack Shainman Gallery/carlier|gebauer


En la entrada anterior presentamos el proyecto el ‘Sonido que habito’, una iniciativa pedagógica que, en 2013, puso en marcha Juan Carlos de Miguel Sanz, profesor de Música del Instituto de Educación Secundaria ‘Bergidum Flavium’ de Cacabelos (León).

El proyecto consistía en la utilización de dispositivos tecnológicos móviles, de fácil acceso, en la grabación y geolocalización de sonidos del entorno próximo. La selección y tratamiento de los sonidos, les servía de desencadenante para el estudio de la propia naturaleza del sonido, la indagación geográfica, histórica, científica, ética, estética… de los conceptos, sensaciones, sentimientos y quehaceres presentes o sugeridos tras la escucha del sonido capturado —el ‘sonido que habito’— y su posterior comunicación y divulgación en un blog colectivo.

Pero, más que seguir ofreciendo explicaciones recojamos, de nuevo, alguna de las producciones de los estudiantes que ilustran, con más vivacidad, este proceso de aprendizaje.

[ Cuaderno de campo El sonido que habito’, martes, 19 marzo 2013, 13:40 h.
Reloj de péndulo.
Laura Samprón Cereijo, 4º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), IES ‘Bergidum Flavium’.

“Anoche tuve una pesadilla aterradora. De esas en las que corres y nunca avanzas y que por mucho que te esfuerces no sirve de nada. De esas que todo está a oscuras y que de fondo solo escuchas el tic tac, tic tac … de un reloj viejo y chirriante.


El eco del repiqueteo de las campanas resonaba a un volumen estrepitoso y no me dejaba pensar con claridad. Y veía como aquel reloj se burlaba de mí, como a cada segundo me repetía que estaba atrapada en aquella pesadilla de la que no me dejaría salir. El corazón me latía a un ritmo sobrehumano y notaba cómo cada vez, debajo de mis sábanas, hacía más calor. Vueltas, vueltas y más vueltas, MALDITA SEA, DESPIÉRTATE LAURA. Pero era incapaz de acabar con todo aquello y seguía escuchando las carcajadas de aquél estúpido reloj cada vez más fuertes. Iba a estallarme el corazón y a reventarme la cabeza, no podía aguantar más y.… silencio al fin.

En toda la casa tan solo se oía mi respiración jadeante, ni un murmullo más. Encendí la luz a toda prisa. Ver el color rosado de las paredes de mi habitación ayudó a que me calmara. Bebí un trago de agua del vaso que estaba sobre mi mesilla y de pronto observé algo. Uno, dos, tres... CUATRO, cuatro relojes en mi habitación. Instintivamente, casi sin pensarlo, salté de la cama y les quité uno a uno las pilas. Seguro que nunca más volvería a soñar algo así.”

Etiquetas: 4º ESO, IES Bergidum Flavium, Lengua y Literatura castellana. ]

En la producción anterior, la alumna de 4º de ESO, realiza un tratamiento literario para comunicar y divulgar estados de ánimo, fantasías… asociadas al sonido ‘capturado’, en este caso el tic tac, tic tac … de un reloj de péndulo. Este acercamiento requiere el aprendizaje y dominio de conceptos, habilidades y modos de expresión escrita que no se recogen en el currículo académico de la materia de Música y de ahí su potencial pedagógico para una acometida multidisciplinar de la tarea.

Raquel (4º ESO) graba a un informante mientras canta una canción. Juan Carlos de Miguel Raquel graba a un informante. Juan Carlos de Miguel

Una tarea, en principio, sencilla, que forma parte del repertorio de comportamientos de los estudiantes, como grabar, localizar en GoogleMaps, elaborar textos en relación con la grabación y publicarlos en un blog… No solo ofrece la posibilidad de la difusión de las reflexiones construidas, con una base académica, sino de compartir con la comunidad un interesante banco de sonidos y sus correspondientes textos de mucha utilidad para el trabajo de aula y con una vertiente social de servicio para cualquier ciudadano interesado.

Esta metodología de enseñanza provoca, en el estudiante y en la comunidad educativa, una visión diferente, integrada y compleja, del aprendizaje. Los comentarios que incluimos a continuación pueden ser una muestra.

- Laura Samprón Cereijo (antigua alumna): “Desde mi experiencia como alumna, El sonido que habito me parece una muy buena alternativa al aprendizaje clásico al que estamos acostumbrados. Te hace poner tus sentidos y tu atención en aquello que muchas veces pasamos por alto, absortos en otro tipo de distracciones banales… Además, favorece la creatividad, la curiosidad y las ganas de investigar y de saber más, ofreciendo un método distinto al de estar encima de un libro leyendo y memorizando… Este tipo de actividades y de trabajos son los que los alumnos cogemos con ganas y nos hacen estar inmersos en ellos horas y horas, sin apenas darnos cuenta de lo mucho que aprendemos…”

- Basilisa Cereijo (madre de Laura): “Nunca vi unos deberes que le hicieran dar tantas vueltas.”

- Paula Martínez Paredes (alumna): “La verdad es que en un primer momento no causó un gran entusiasmo en la clase, hasta que empezamos a ver lo complicado y entretenido que resultaba buscar un sonido, identificar de qué animal provenía, por qué lo hacía… Seguro que todas las primaveras esa ave se dedicaba a amenizarme las mañanas, pero de no ser por esta propuesta de grabar un sonido y colgarlo en la red, el sueño no me habría dejado escuchar aquel precioso canto… Mi madre me explicó que le hizo mucha ilusión saber que en el instituto se hacían cosas como ésta, que nos motivaban para seguir adelante. También se dio cuenta, de que, con este proyecto, y con muchos otros de los que le he hablado a lo largo de mi estancia en el IES Bergidum Flavium, el instituto iba evolucionando ¡Cuando pienso como se hacía en los años en los que había estudiado mi hermana mayor!”

"Flipando" con la música. Juan Carlos de Miguel

- Julia Ortega Bombín (Jefa de estudios y profesora de Lengua y Literatura castellana): “El primer curso en el que participé en el proyecto todo eran dudas sobre mis habilidades con las herramientas digitales, así que decidí que la participación fuese voluntaria, para irme curtiendo junto a los alumnos. La propuesta fue recitar un poema acompañado de música de fondo. Solo se animaron 4 estudiantes. El siguiente curso, ya participó toda la clase. Cada uno escogió el tema de su entrada. Hubo grabaciones de relatos breves, de un fragmento de una representación teatral en el centro, de poemas con música y un trabajo muy especial: un alumno quiso saber algo más del creador del proyecto y grabó una entrevista con Juan Carlos. El tercer curso que participamos lo hicimos con una propuesta común ‘¿Qué me cuentas?’, donde pedía a los estudiantes que inventasen una versión de cuentos famosos…. Cuando le pregunté a mi alumno Miguel Prieto, de 13 años, su valoración sobre la tarea me contestó que le había resultado muy gratificante (algo difícil al principio al tener que utilizar una plataforma como “Soundcloud”), y que se había sentido sorprendido de que les gustara tanto a sus padres oír los trabajos del resto de sus compañeros.

Para mí, como profesora, la parte más complicada fue conseguir que todos avanzasen en la tarea, a pesar del diferente nivel de competencia digital de cada estudiante. Lo más gratificante fue que pudiera participar en el proyecto el alumnado con necesidades educativas y, además, con tantas ganas de hacerlo bien y conseguir un trabajo bonito como los demás ¡Qué caras de orgullo las suyas al oír sus voces en el audio y ver su trabajo colgado en el blog! Resulta difícil saber quién ha aprendido más, con esta forma de trabajar la asignatura, si mis alumnos o yo. Lo que sí puedo asegurar es que en mi práctica docente marcó un punto de no retorno.”

En la estatua del vendimiador. Juan Carlos de Miguel

- Emilio de la Calzada Lorenzo (director y profesor de Biología y Geología): “Que…. ¿Cómo incorporar la biología al proyecto “El sonido que habito”? …. La primavera en un entorno rural se manifiesta propicia para enseñarnos cómo hacerlo: los pájaros colorean con sus cantos el tiempo de espera, mientras llega el transporte escolar, los grillos son la banda sonora de las tardes, las cada vez más escasas ranas todavía croan en alguna charca... El sonido que habitamos es también ese producido por otros seres que viven a nuestro alrededor. La única condición impuesta es que debemos captar el sonido de una naturaleza no doméstica.

Los estudiantes se afanan en acercarse a esa rana o a ese grillo que, justo cuando ya estaban a su lado, detiene su canto. Graban cantos de pájaros que ni siquiera han conseguido ojear y a los que su profesor intentará poner nombre y apariencia.

Su trabajo consistirá, además, en buscar el nombre científico de la especie grabada y todo su encuadre taxonómico (Reino, Clase, Orden, Familia, Género, Especie)…”

Esta experiencia de aprendizaje en colaboración, de casi 100 centros de toda España (algunos de Sudamérica), multidisciplinar y de construcción del conocimiento desde el propio estudiante, exigió dar entrada a un entorno de más posibilidades. Nos referimos a las ventajas de una adecuada conceptualización y configuración de los entornos virtuales en las instituciones educativas.

Propuestas de Mlearning. Juan Carlos de Miguel

Juan Carlos de Miguel (iniciador del proyecto), Emilio de la Calzada (actual director del Instituto), Julia Ortega (Jefa de Estudios), Carmen Nicanor (profesora de la especialidad de Pedagogía Terapéutica) y Federico Méndez (profesor de Geografía e Historia) ponen de manifiesto….

“… desde el principio se quiso que este proyecto fuera abierto, colaborativo, multinivel e interdisciplinar. Propósito que se consiguió prácticamente nada más empezar a difundirlo en las redes sociales; ya en la primera edición se sumaron 33 maestros y profesores de toda España, tanto de Educación primaria como de secundaria, y de casi todas las áreas y materias


El proyecto y su desarrollo nos va a permitir, en estos momentos, hacer un acercamiento al papel que deben asumir los entornos virtuales en el aprendizaje más habitual que se lleva a cabo en las instituciones escolares.

Somos defensores de enfoques que entienden las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) como un entorno, un nuevo envolvente que permite al aprendizaje recobrar su sentido más global, integrado y comunicativo, tan soñado y revindicado, por otra parte, desde referentes teóricos y prácticos, de comienzos del siglo pasado, pertenecientes al movimiento de “Escuela nueva”.


Celestín Freinet, uno de los dignos referente de esta corriente de pensamiento y acción, no hubiera dudado en repensar, con maestros y maestras, el uso reflexivo y transformador de muchas de las aplicaciones virtuales que podrían engrandecer y posibilitar nuevos aprendizajes. Las labores de indagación, contrastación guiada, identificación, creación, confección y comunicación de contenidos que permiten los entornos virtuales son innegables.

El mencionado pedagogo, introductor de la imprenta en la escuela, defensor del texto libre y del método natural de lectura y escritura, hubiera puesto en marcha su capacidad investigadora con el ensayo de las posibilidades educativas de los nuevos ecosistemas, nuevos escenarios virtuales de aprendizaje dentro y fuera de las escuelas, de los que se convierten en pioneros proyectos como ‘El sonido que habito’.

El lector puede observar que no hemos utilizado la expresión de herramientas virtuales al referirnos a las TIC, sino la de entornos virtuales. En este planteamiento, coincidimos con el análisis del profesor Fernández Enguita. Nos interesa más la configuración de una realidad instrumentada, un ‘hábitat’ realzado, que permita la compresión compleja, dialogada y colectiva de la realidad. Nada que ver, esta concepción, con la mera acumulación de gadgets tecnológicos que, unidos a las herramientas y recursos habituales de enseñanza, reducen su sentido a agilizar o hacer más atractiva la tarea tradicional de las escuelas y a facilitar su continuidad.

Grabando con el móvil. Juan Carlos de Miguel

Como afirma Fernández Enguita, y lo hemos utilizado de entradilla de este post, “la primavera del aprendizaje ha llegado y la institución escolar no se ha enterado; o, en el mejor de los casos, le cuesta hacerlo como debiera”.

De visita en Londres. Maite Méndez

Desde hace años en el IES ‘Bergidum Flavium se viene intentado definir y construir este nuevo entorno de aprendizaje. De hecho, ‘El sonido que habito’ y su configuración como entorno social de aprendizaje surge de la mano de Juan Carlos de Miguel, como corolario a un curso que, sobre la web 2.0 y Google Apps, impartió en el Instituto.

En un marco comunicativo de posverdad, sabemos que las redes sociales y la red de internet son utilizadas, en muchos casos, para manipular a la opinión pública sobre la base de algoritmos; es decir, de mecanismos con los que medir el éxito de un mensaje, no en base a la verdad de los hechos (Boaventura de Sousa Santos). En estos nuevos marcos virtuales de relación y comunicación, las instituciones escolares aún se mantienen al margen, eludiendo una función que les sería propia: ayudar a formar ciudadanos testigos de su tiempo, conocedores de estos mecanismos, con capacidad de crítica y con instrumentos para utilizar el poder del entorno virtual a favor de la verdad, la democracia y la justicia. La escuela debe explorar los nuevos horizontes de acción y transformación de la realidad.

La responsabilidad es compartida, no hagamos recaer su peso en uno sólo de los actores: el profesorado. Habría que situarla, ante todo, en aquellas estructuras y responsables de adoptar decisiones de política educativa.

El sonido que habito’ ha obtenido ‘El premio nacional de educación 2016 al mejor proyecto de equipos docentes intercentros de educación secundaria’ otorgado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, en la modalidad de Proyectos de colaboración nacional en el ámbito de la TIC-Educación Secundaria.

(*) Agradecemos a Juan Carlos de Miguel Sanz su colaboración, sus explicaciones y la información, documentación y material facilitados para la confección de este 'post'. Quisiéramos hacer mención, agradecer y reconocer la labor del Emilio de la Calzada y Julia Ortega Bombín por sus aportaciones en la descripción e ilustración de esta entrega, a Carmen Nicanor y a Federico Méndez por su participación activa en esta iniciativa y a al resto de la comunidad educativa del IES 'Bergidum Flavium', así como, a los centros, algunos especialmente activos, docentes y estudiantes que han participado en el proyecto, por su magnífica contribución a la dignificación de la tarea educativa.

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