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Unos padres británicos, condenados por faltar su hija a clase para ir a Disney World

El caso ha llegado al Tribunal Supremo, que ha fallado contra la familia por "desprecio flagrante a las reglas de la escuela"

John y Sally Platt posan frente al Tribunal Supremo en Londres antes de conocer la sentencia.
John y Sally Platt posan frente al Tribunal Supremo en Londres antes de conocer la sentencia.ANDY RAIN (EFE)

¿Pueden unos padres llevarse a sus hijos de vacaciones en pleno curso escolar en contra del criterio del colegio? En Reino Unido, no. El Tribunal Supremo de este país ha fallado de forma unánime en contra de unos padres cuya hija faltó a clase de Primaria para ir a Disney World en unas vacaciones familiares dentro del periodo lectivo no autorizadas por el centro. El alto tribunal considera que los progenitores actuaron ilegalmente y que su conducta supone "un desprecio flagrante a las reglas de la escuela", por lo que les obliga a pagar la multa que les había impuesto su municipio, según ha informado el diario británico The Guardian

El viaje tuvo lugar en 2015, cuando Jon y Sally Platt decidieron viajar junto a su hija, que entonces tenía seis años, a Estados Unidos para visitar el parque temático durante el mes de abril, a pesar de que la escuela de la pequeña, en la isla de Wight, en la costa sur de Inglaterra, le había comunicado que no estaba de acuerdo. El padre alegó que eran las únicas fechas en las que podían coincidir todos sus hijos, que van a una escuela diferente con diferentes días festivos. La niña faltó siete días a clase. El Consejo de la isla de Wight le impuso una multa de 60 libras (70,26 euros) por desobediencia el año pasado. 

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La vicepresidenta del Supremo, Brenda Hale, ha esgrimido que "estas ausencias no autorizadas tienen un efecto perjudicial no solo sobre el desarrollo del niño sino en el de sus compañeros". "Si un padre decide llevarse a los niños cuando le dé la gana, otros también pueden", ha añadido.

"Cualquier sistema educativo espera que la gente se atenga a las reglas", ha explicado la magistrada, "pero cuando ello no sucede, se comete una injusticia para con los padres obedientes que cumplen con el reglamento, a pesar de los inconvenientes".

Platt argumentó que la pequeña había acudido "regularmente" a la escuela durante más del 90% de los días lectivos del último año. En mayo del 2016 la corte de primera instancia falló a favor de Platt, pero la municipalidad recurrió y pero el Supremo ha acabado interpretando que la definición de "regularidad" queda en manos de la escuela.

La multa a la familia Platt asciende ahora a 120 libras (150 dólares) al no haberla pagado en los 21 días siguientes a su imposición, una suma a la que hay que añadir las 12.000 libras (14.000 euros) que lleva gastados en dos años de proceso judicial. El padre ha anunciado su intención de seguir luchando porque, a su juicio, este fallo significa que los padres ya no son "el árbitro final de lo que es correcto para sus hijos". "Cada ausencia no autorizada, incluido llegar  un minuto tarde a la escuela, ahora es un delito criminal", se queja la familia.

En 2013, una reforma legislativa redujo la capacidad que tenían los directores de escuelas estatales de conceder hasta dos semanas de vacaciones para los alumnos con buena asistencia. Este cambio condujo a un aumento de las multas por ausencias no autorizadas impuestas a los padres y las quejas de las familias, que buscan rebajar el coste de los viajes. Si los Platt hubieran viajado en el periodo vacacional escolar inglés, el coste de las mismas vacaciones sería un 50% más, según los cálculos de una empresa turística que recoge la BBC.

Profesores y padres de todo Reino Unido han seguido muy de cerca la disputa entre los Platt y la autoridad educativa local, conocida como el caso de las vacaciones en días escolares, ya que  tendrá consecuencias para cualquier padre que desee sacar a un niño de una escuela británica sin permiso.

Hasta la primera ministra, Theresa May, se ha pronunciado sobre el caso: "Lo que la Corte Suprema ha hecho es respaldar la posición actual, que es la correcta. Reconocemos la importancia de que los niños estén en la escuela y aprovechen al máximo su educación, pero también que puede haber circunstancias excepcionales en las que un niño pueda ser sacado de la escuela durante el tiempo estipulado y es correcto que el director tenga flexibilidad para tomar esa decisión. Creo que ese es el equilibrio correcto".

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