30 millones de africanos sufren depresión
'Hablemos de la depresión', es el lema que la OMS ha elegido en el Día Mundial de la Salud. En África, una de cada seis personas sufren enfermedad mental
Uno de los mayores enemigos de los trastornos mentales es el silencio. El desconocimiento social de este tipo de enfermedades hace que las personas que las sufren se sientan más solas y su tratamiento sea mucho más complicado. Un primer paso importante para la curación es hablar de ello, pero la estigmatización sigue siendo un obstáculo para que las personas de todo el mundo que las sufren pidan ayuda.
Algunos pacientes son sometidos a tratos indignos, como ser encadenados a árboles o camas, encerrados en jaulas, sin comida durante muchas horas Matshidiso Moeti, directora regional de la OMS en África
Hablemos de la depresión, este es el lema que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elegido en el Día Mundial de la Salud para poner el foco de atención en la depresión, uno de los trastornos mentales más frecuentes que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo. Es la principal causa de problemas de salud y discapacidad, y de acuerdo con las últimas estimaciones, se ha producido un aumento en las personas que sufren depresión de más del 18% entre 2005 y 2015. "Estas nuevas cifras son una llamada de atención a todos los países para que reconsideren sus enfoques sobre la salud mental y la traten con la urgencia que merece”, destaca Margaret Chan, directora general de la OMS.
En África, una de cada seis personas sufre una enfermedad mental y cerca de 30 millones padecen depresión, aunque el miedo al rechazo y el aislamiento, y la falta de profesionales cualificados son los mayores retos a los que se enfrentan la mayoría de los países del continente. “Desafortunadamente, algunos pacientes son sometidos a tratos indignos, como ser encadenados a árboles o camas, encerrados en jaulas, sin comida durante muchas horas, privados de apoyo familiar y con higiene personal inadecuada. Los pacientes con enfermedades mentales merecen respeto y compasión, como se espera de los que sufren de cualquier otra enfermedad”, señalaba la doctora Matshidiso Moeti, directora regional de la OMS en África en su discurso del Día Mundial de la Salud Mental de 2015.
Los conflictos armados, el genocidio, la violencia y el hambre están causando importantes desafíos en África respecto a la salud mental. Tras las emergencias humanitarias, las tasas de trastornos mentales se duplican; aunque la OMS la define como la crisis silenciosa, ya que en muchas ocasiones son tratadas como de baja prioridad, centrándose la financiación y el apoyo en las enfermedades transmisibles o la malnutrición.
Un psiquiatra y un psicólogo por cada millón de personas. Este es el número de profesionales cualificados en salud mental en África
Un psiquiatra y un psicólogo por cada millón de personas. Este es el número de profesionales cualificados en salud mental en África, según la OMS. A lo que se suma la escasez y limitación de recursos para prevenir, identificar y tratar estos problemas. El gasto mundial anual en salud mental es inferior a dos dólares por persona, e inferior a 0,25 dólares por persona en los países de ingresos bajos. Además, solo el 36% de las personas que viven en naciones pobres están amparadas por una legislación en materia de salud mental, en comparación con el 92% en los ricos. Con el cuidado, la asistencia psicosocial y la medicación adecuados, millones de personas con depresión en África podrían llevar una vida normal, incluso con unos recursos limitados.
Ante la necesidad de actuar, la OMS, está apoyando a los países africanos para mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas con trastornos mentales. En países como Sierra Leona, con una población de siete millones de personas, solo hay dos psiquiatras, dos psicólogos clínicos y 20 enfermeras de salud mental. Desde el organismo trabajan para capacitar a trabajadores comunitarios de salud para que puedan identificar trastornos mentales y saber actuar a nivel local, pero también a trabajadores de nivel medio y superior en la prestación de servicios más especializados. También se han puesto en marcha proyectos en países como Nigeria, donde nueve de cada diez personas con enfermedades mentales no recibe ningún servicio; o Etiopía, un país con 85 millones de personas que cuenta tan solo con 36 psiquiatras. Iniciativas como las que lleva a cabo la Comisión Europa junto a la OMS se dirigen a mejorar la salud mental en ambos países.
"El desarrollo de servicios que se centran en la depresión, y luchan contra el estigma, animarán a más personas a buscar tratamiento. Esto puede hacerse teniendo conversaciones sobre la depresión de la misma manera que lo hacemos con cualquier otra enfermedad. Los programas escolares que proporcionan asesoramiento y apoyo a las personas con depresión y sus familias, así como la detección temprana y la prevención, especialmente entre los niños y jóvenes, también son estrategias para mantener la depresión a raya”, señala Matshidiso Moeti.
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